martes, abril 23, 2024

Este 1 de octubre entró en vigor el nuevo etiquetado productos alimenticios.

La obesidad y la diabetes son dos de los principales problemas de salud pública en México que en el marco de la pandemia por Covid-19, se han convertido en una preocupación aún mayor para las autoridades sanitarias, consideró Paulina Magaña Carbajal, coordinadora de salud alimentaria del Poder del Consumidor.

“La obesidad y el sobre peso han escenificado un panorama epidemiológico que desgraciadamente se veía venir desde el 2016, cuando se pronosticó una fuerte epidemia de obesidad que actualmente se está mezclando con la pandemia de COVID-19”.

Es por ello que la iniciativa de obligar a los productores de alimentos a informar con certeza el contenido de sus productos debe considerarse un triunfo “ya que en sexenios anteriores, las acciones urgentes entorno a este tema habían sido omitidas, y con la circunstancia que atravesamos hoy en día, era necesario una medida como esta”.

El nuevo etiquetado frontal entró en vigor oficialmente el 1 de octubre y servirá para saber lo que contienen los productos procesados causantes de sobre peso y obesidad, ya que México se encuentra entre los primeros países en consumo de estos alimentos “chatarra” en América Latina.

“Es lamentable que anteriormente no se haya dado prioridad a este problema de salud y que en cambio se hayan priorizado intereses comerciales, dejando a las empresas la tarea de decidir cómo se iba a regular la información nutrimental y dejando el tema del etiquetado en sus manos”.

Desde el 2014, los productos preenvasados ya contenían un etiquetado obligatorio gestionado por la Secretaría de Salud, aunque este era más complicado de comprender.

El nuevo etiquetado es reconocido por ser más claro y fue propuesto por la propia industria de alimentos desde 2010 en su campaña “Checa y Elige”.

La iniciativa fue trabajada desde el año pasado por un conjunto de organismos académicos, Sociedad Civil, organismos internacionales como la Organización Panamericana de la Salud, donde se analizaron cuáles podrían ser las posibilidades del mejor etiquetado frontal para que los consumidores pudieran tomar decisiones con sus alimentos más facilmente.

Este etiquetado caracterizado por 5 octágonos de color negro, ayuda a señalar si un producto tiene exceso de azúcar, sodio, grasas, etc. O por un rectángulo que nos informará si el producto contiene edulcorantes o cafeína, esto basado en una cantidad de cada una de estas sustancias determinada por la Organización Panamericana de la Salud.

Se ha dado un plazo de dos meses, hasta el último día de noviembre, para que las empresas logren comercializar los productos que tienen sin el etiquetado; de no cumplir con la implementación del nuevo etiquetado a partir del 1 de diciembre, la industria será acreedora a diversas sanciones.

Se espera, comentó Magaña Carbajal, que esto sea de ayuda para que el consumidor esté alerta de los productos que lleva a casa y le brinda a su familia y que así este factor de riesgo se vea disminuido.

Redacción Andrea Jasso

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