viernes, marzo 29, 2024

Enfermedades como la Covid-19 tienen sus orígenes en la explotación y tráfico de especies: Gerardo Ceballos, de Ecología.

“El problema que enfrentamos actualmente por la Covid-19 tiene sus raíces en la explotación y tráfico de especies; nos hemos adentrado a lugares donde antes no lo hacíamos. Recordemos que la naturaleza mantiene un equilibrio entre las especies, incluyendo a los humanos, con enfermedades y alimento”, aseguró Gerardo Ceballos González, investigador del Instituto de Ecología (IE).

En los últimos 40 años, indicó, ha habido alrededor de 50 epidemias importantes que se originaron porque hay gérmenes, bacterias y virus que animales silvestres le transmiten a los que son domésticos y de éstos al humano, ocasionando afecciones con consecuencias graves.

“Es muy difícil entender el cambio climático porque es muy gradual, y lo que pasa en Siberia no se siente en México; pero en este momento todo el planeta siente las repercusiones del mal manejo ambiental que hemos hecho. Las lecciones son muchas en este confinamiento y ahora que los animales se han paseado por algunas ciudades, nos damos cuenta de que los hemos tenido confinados a ellos con nuestras acciones y en áreas muy específicas.”

Se han descrito alrededor de dos millones de plantas y animales en el mundo, indicó, aunque se piensa que puede haber entre 50 y cien millones; pero si incluimos a los microorganismos y bacterias esa cifra llega hasta cerca de 24 mil millones de especies. Sin embargo, todo esto está en peligro por las actividades del ser humano.

Al respecto, mencionó que influye el crecimiento de la población en el orbe, que cada día hay cerca de 300 mil personas más; los patrones de consumo, que son altos por el bombardeo constante para que se compre más de la cuenta; las tecnologías, que son ineficientes, y la destrucción de los ambientes naturales.

“En México, el tráfico, consumo y sobreexplotación de especies es tan grande que nos ha llevado a la aniquilación biológica y a la pérdida de algunos beneficios que obtenemos gratis del buen funcionamiento de la naturaleza. Es necesario entender que nuestra calidad de vida y la vida misma, depende de la combinación correcta de los gases de la atmósfera, de plantas, animales y ecosistemas silvestres”, planteó.

En esta casa de estudios se realiza investigación científica de excelente calidad, ya que particularmente las aristas en el tema de los animales son enormes. En el Laboratorio de Ecología y Conservación de Fauna Silvestre del IE no sólo se genera conocimiento sobre vertebrados, además se aplica para la conservación de especies en México.

El experto destacó que en los últimos 65 millones de años han ocurrido extinciones normales y de acuerdo con un estudio que hicieron en este laboratorio, las especies que desaparecieron en los recientes cien años debieron hacerlo en 10 mil años; esto demostró que las tasas de extinción actuales son grandes y rigurosas.

“Hemos afirmado que estamos entrando a la sexta extinción masiva, las acciones humanas están teniendo un impacto muy fuerte y de no hacer algo severo por los demás seres vivos en los próximos 15 años ya no habrá vuelta. La buena noticia es que todavía hay tiempo para salvar la fauna, la mala es que la ventana de oportunidad que tenemos es pequeña, tal vez 15 años o menos”, aseguró.

NECESARIA LA CONCIENCIA AMBIENTAL

De acuerdo con Ceballos González, es indispensable entender que hay muchas acciones que se pueden ejecutar ahora para salvar la vida en el planeta. Existen casos de éxito en los que muchas especies se logran recuperar, como en México que se reintrodujo el bisonte en la Biosfera de Janos, Chihuahua; o el del jaguar, que en 2010 había alrededor de cuatro mil y para 2018 ya eran cuatro mil 800.

La conservación de la naturaleza, expresó, es algo que enaltece al alma humana y aunque se conoce muy poco sobre la gran diversidad que hay, cada año se encuentran nuevas especies. En los últimos 10 años se han encontrado más de 500 de mamíferos, y en 2020 se ha hallado una nueva especie de ballena y de monos, aves e inclusive peces.

“Internacionalmente hay mucho por hacer, existen programas relevantes para la conservación de la naturaleza, muchos grupos que salvan especies e incluso ahora con las redes sociales circulan cartas para que las firmemos y apoyemos estas causas. En el país debemos exigir al gobierno una política ambiental más clara que subsane los problemas ambientales.”

En casa, dijo, cada persona puede apoyar bajando su consumo energético, artículos de uso personal e incluso participar en actividades medioambientales, como reforestaciones; así como evitar comprar productos que vengan de especies en peligro de extinción o animales silvestres como mascotas, inclusive no tomarse fotografías con ellos porque promueve su tráfico.

No se requiere salir de los hogares para encontrar fauna silvestre, ésta también habita en las ciudades y se debe evitar lastimarla, matarla o adoptarla como mascota. El ser humano ha invadido y destruido por muchos años su hábitat, por lo que se debe cuidarla y admirar su capacidad de adaptación a estos entornos urbanos.

Reiteró que en este Día Mundial de los Animales es esencial recalcar que somos la última generación que puede hacer un cambio en el medio ambiente y eso es una enorme responsabilidad y a la vez una gran oportunidad. Estos seres han sido los compañeros del ser humano durante su evolución y no es justo exterminarlos.

“Tan solo en México, desde las culturas prehispánicas hemos tenido ese arraigo, le hacíamos culto al jaguar o el quetzal, por ejemplo. La fauna necesita nuestra ayuda, su futuro está en nuestras manos y por lo tanto el de nosotros también”, concluyó.

UN DÍA DEDICADO A LOS ANIMALES

De acuerdo con la Organización Mundial de Protección Animal (OMPA), la historia de este día internacional se remonta a los tiempos de San Francisco de Asís, santo italiano que vivió alrededor del año 1200, y que se dedicó a predicar sobre cuál es el sitio de la humanidad en el planeta, ya que su bienestar está integrado al de toda la fauna y flora, así como del medio ambiente.

En 1980 el Papa Juan Pablo II declaró a Francisco de Asís patrono de los animales, debido a que en vida no sólo se dedicó a ayudar a las personas, sino también a estos seres que consideraba hijos de Dios.

La OMPA fijó en 1929 el 4 de octubre como el Día Mundial de los Animales en un congreso en Viena, cuyo objetivo primordial ha sido generar solución al problema de las especies en peligro de desaparecer.

Otra fecha significativa en el cuidado y conservación de los animales es la Declaración Universal de Derechos del Animal, proclamada en 1978 y aprobada por la Organización de las Naciones Unidas. En ella se establece que todo animal posee derechos y que el desconocimiento o su desprecio han conducido al ser humano a cometer crímenes en contra de la naturaleza.

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