martes, abril 23, 2024

Han dejado de pagar quincenas de salario a los profesores, manejando como pretexto supuestos cambios en la plataforma de pago (marzo 2020).

Por Luis Zamora Calzada (*)

Si bien fue rescindido Alejandro Fernández Campillo de la Secretaría de Educación estatal y colocaron en su lugar a Gerardo Monroy Serrano, lo cierto es que el movimiento no resuelve los problemas, las condiciones de la educación en nuestra entidad está afectada por la improvisación y el libre albedrío aplicados, con un profesorado en estado de indefensión, que ha llegado al estatismo, permitiendo el fracaso del subsistema educativo estatal.

Los rasgos de este fracaso no se solucionarán con el solo hecho del nombramiento del nuevo titular, quien es Licenciado en Administración de Empresas, con experiencia en la Subsecretaría de Desarrollo Municipal y en la Dirección General de los Servicios Educativos Integrados al Estado de México (SEIEM), no por la complejidad misma del asunto, sino porque requiere la aplicación irrestricta de la ley en materia laboral (incluyendo el derecho colectivo) y la legislación educativa, que tradicionalmente se ha omitido cumplir en esta Secretaría.

Algunos rasgos del fracaso educativo estatal, en el ámbito laboral, son los siguientes:

La Secretaría de Educación Pública estatal es omisa en la aplicación irrestricta de la ley en materia laboral (incluyendo el derecho colectivo) y la legislación educativa, que garantizan el estado de derecho de observancia obligatoria en la entidad. La Secretaría de Educación Pública estatal, no cumple con las Condiciones Generales de Trabajo de los docentes del subsistema educativo estatal, afectando los derechos garantizados de los trabajadores. Los derechos laborales del profesorado han sido violados sin consideración alguna con exigencias contrarias a derecho que realizan las autoridades educativas, por ejemplo, que den clases a sus alumnos en plataformas digitales. aumentando en más de un 50% la carga de trabajo. La Secretaría de Educación Pública estatal, hace uso del salario del docente para brindar el servicio educativo que la ley le obliga, entre otros en el pago de conectividad, equipo de cómputo, celulares inteligentes, copias fotostáticas, compra de gel antibacterial, tapetes sanitizantes y muchos insumos más. Hace uso sin costo alguno de espacios del hogar de los maestros, hoy adaptados en aulas para atender reuniones, alumnos, cursos obligatorios, exigencias administrativas, todo de manera digital.

La jornada laboral de las maestras y maestros, rebasa las horas que constitucionalmente está permitido y por supuesto sin acatar lo legalmente estipulado en sus nombramientos, han sido obligados a cumplir con jornadas cansadas y estresantes, con prioridad en lo administrativo, a manera de ejemplo, un nombramiento docente de 5 horas diarias, hoy labora 15 horas efectivas en promedio.

Han dejado de pagar quincenas de salario a los profesores, manejando como pretexto supuestos cambios en la plataforma de pago (marzo 2020).

No se paga a maestros interinos tiempo laborado, prestando sus servicios con la promesa de continuidad laboral de parte de supervisores escolares, que no ocurre por la supuesta llegada de docentes prelados.

En recontrataciones de interinatos, retienen el salario del trabajador por más de tres quincenas, colocando en riesgo la subsistencia del trabajador.

Se realizan descuentos incongruentes al salario de los docentes, en conceptos inexplicables.

HAY ACOSO DE LAS AUTORIDADES ESCOLARES A LOS DOCENTES

Existen amenazas de rescisión laboral, instauración de actas administrativas, emisión de extrañamientos, entre otros, si se niegan a acceder a reuniones digitales diversas (entre otros cursos innecesarios y obsoletos que nada tienen que ver con la responsabilidad profesional inmediata), no buscar a los alumnos en sus casas por no aparecer en datos de inscripción, omitir subir en plataforma datos estadísticos, constancias de comunicación con alumnos, evidencias, planeaciones, entre otras solicitadas sin ton ni son.

No se asignan plazas desde lo establecido en la Ley para la Carrera Profesional de las Maestras y Maestros.

Aumenta vertiginosamente la frecuencia de requerimiento de padres de familia hacia los maestros, para que reciban atención docente a cualquier hora y cualquier día de la semana.

Desencadenamiento de problemas de salud como parálisis facial, visuales, cardiacos, entre otros por el stress generado ante las presiones ejercidas en su perjuicio.

La radiografía del fracaso que colocamos a su consideración y a la luz pública, la dividimos en ámbito laboral en los puntos descritos, que se complementará con el ámbito educativo, el discurso oficial y el perfil magisterial que quisiera la Secretaría de Educación Pública Estatal.

(*) Secretario General del SUMAEM

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