sábado, abril 20, 2024

Baja la contaminación atmosférica ante confinamiento por Covid-19, pero aumentan los residuos infecciosos y el uso de plástico.

Por Gabriela Landetta

El covid-199 no solo ha causado crisis en los ámbitos de la salud y de la economía. Existe también un tercer rubro donde la pandemia ha causado estragos de manera indirecta: el medio ambiente.

Si bien el confinamiento que la mayoría de los ciudadanos del mundo tuvieron que respetar para evitar contagios redujo considerablemente los contaminantes atmosféricos, el aumento en el uso de plásticos registró un repunte cuando ya se aplicaban campañas internacionales para evitar esos insumos.

“La mayor preocupación a nivel mundial es vencer el Covid-19, evitando más muertes y nuevos contagios. Una vez logrado este objetivo, la crisis económica producida por esta pandemia será el asunto más acuciante.

La situación actual deja la problemática del medio ambiente en un plano muy secundario. Sin embargo, aquellos que nos dedicamos a la contaminación ambiental no podemos bajar la guardia”, escribió Ethel Eljarrat, investigadora científica del Departamento de Química Ambiental del Instituto de Diagnóstico Ambiental y Estados del Agua de España

En el estado de México, la Secretaría de Medio Ambiente en coordinación con el Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático, y con el apoyo de la Comisión Ambiental de la Megalópolis realizaron una evaluación sobre el comportamiento de los contaminantes de la atmósfera entre abril y mayo de 2020 y lo compararon con el mismo lapso de 2019.

El resultado fue que durante esos meses de contingencia sanitaria en la Zona Metropolitana del Valle de Toluca se registró una disminución en la concentración de esos elementos en las estaciones Centro, Oxtotitlán, Metepec y San Cristóbal Huichochitlán de la Red Automática de Monitoreo Atmosférico. Así, se precisa que las PM10   bajaron 36.6 por ciento mientras que las PM2.5 en 29.7 por ciento en términos generales.

Sin embargo, aún no existen oficialmente datos del impacto ambiental que a la fecha han generado los desechos relacionados con el Covid-19. Sin embargo, se destaca que el estado de México es de las pocas entidades del país en haber implementado una norma en la materia.

Se trata de la Norma Técnica Estatal Ambiental Emergente NTEAE-002-SeMAGEM-RS-2020, que el gobierno del estado publicó, a través de la Secretaría del Medio Ambiente, en la “Gaceta del Gobierno” en julio pasado.

En ella se precisan los criterios técnicos para la separación, recolección y disposición final de los residuos sanitarios y de Covid-19, y va dirigida sobre todo a los establecimientos y domicilios particulares, y se refiere a aquellos elementos que tuvieron contacto con el cuerpo como son cubrebocas, caretas, guantes, pañuelos desechables, papel higiénico y artículos de higiene.

Sin embargo, pocas son las personas que cumplen con los lineamientos que se establecen en la materia, y no es raro encontrar en la calle tirados cubrebocas, por ejemplo.

Esto también a pesar de que algunos ayuntamientos como el de Toluca, han difundido en sus redes sociales cómo deben tirarse a la basura ese tipo de desechos.

A todo esto también se suma el incremento en el uso de plásticos, luego de una intensa campaña por parte de organizaciones ambientalistas para evitar su utilización, lo que logró que en 2019, en todos los países del mundo, incluido México, se aplicarán restricciones para aminorar el consumo de bolsas de plástico de un solo uso, así como de artículos de unicel y popotes.

Cerca del 75% del plástico generado por la pandemia de Covid-19 como mascarillas, guantes y botellas de desinfectante para manos se convertirá en desechos que llegarán a vertederos y mares, con un grave costo para el medio ambiente y la economía, alertó en un comunicado la Conferencia de las Naciones Unidas para el Comercio y el Desarrollo (UNCTAD).

Aunque las medidas de confinamiento alrededor del mundo han generado una dramática caída del 5 por ciento de las emisiones de gases de efecto invernadero, el aumento de los desechos plásticos que ya se ven en calles, playas y el océano está teniendo un impacto negativo en la naturaleza, señala el documento.

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