jueves, marzo 28, 2024

Inicialmente este tipo de contaminación sólo preocupaba a los astrónomos, pero hoy se sabe que sus afectaciones impactan el equilibrio ecológico, la salud humana y el consumo de energía.

Por Fernando Ávila Castro  

Las noches llenas de estrellas han servido por generaciones como fuente de inspiración en el arte y en la ciencia. Lamentablemente, es posible que nuestra generación sea la última en tener acceso a esta maravilla natural: un cielo estrellado. La causa de la pérdida de los cielos estrellados por el exceso de iluminación se llama contaminación lumínica.

Si bien la iluminación es necesaria durante la noche por motivos de seguridad, existe un punto que una vez rebasado vuelve problemático el exceso de luz.

Inicialmente este tipo de contaminación sólo preocupaba a los astrónomos, pero hoy se sabe que sus afectaciones impactan el equilibrio ecológico, la salud humana y el consumo de energía.

Para prevenir la contaminación lumínica, la medida más directa es a través de la legislación e indicar qué tipo de luminarias se puede usar en áreas cercanas a los observatorios astronómicos, sin descuidar el aspecto de seguridad pública.

Ejemplos de estas legislaciones se encuentran en Hawaii, Chile y España, que cuentan con grandes observatorios internacionales. En México, el estado de Baja California es el único que al momento cuenta con este tipo de reglamentos, pues en la Sierra de San Pedro Mártir se encuentra el Observatorio Astronómico Nacional (OAN), operado por el Instituto de Astronomía de la UNAM.

San Pedro Mártir está entre los cuatro mejores sitios del mundo para la observación astronómica, por lo que para poder proteger su cielo oscuro de la contaminación lumínica, los reglamentos municipales de Ensenada, Mexicali y Tijuana promueven el uso de luminarias sin emisión de luz por arriba del horizonte. Además, los reglamentos limitan el horario de operación de los medios publicitarios luminosos para evitar la contaminación.

Gracias a los buenos resultados obtenidos en Baja California se está trabajando para llevar la Ley del Cielo –como se le conoce popularmente– a más estados de la República y a nivel federal con una iniciativa de ley ya presentada en la Cámara de Diputados.

Quizá la mayor dificultad al atacar este problema es que habiendo cada vez más y más personas que jamás han apreciado la maravilla de un cielo estrellado, ellas simplemente no podrán extrañar aquello que nunca han visto.

Proyectos como Globe at Night usan el concepto de ciencia ciudadana al permitir que cualquier persona con un smartphone haga un reporte de la calidad del cielo en el lugar que se encuentra.

Es ahora que se tiene la oportunidad de rescatar para las futuras generaciones el espectáculo que por miles de años hemos apreciado como especie, el cual ha sido impulsor del desarrollo cultural, científico y tecnológico, y ha sido fiel acompañante de la historia de nuestra civilización. Al preservar los cielos llenos de estrellas, preservaremos también una parte fundamental de lo que nos ha hecho humanos.

Fuente: UNAM

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