viernes, marzo 29, 2024

Se trata de hábitos nocivos que puedan mermar su dinero, desde olvidar fechas de pago, no revisar el buró o tener muchas tarjetas de crédito.

Por Claudio Jaime

Olvido, desidia o falta de planeación e incluso falta de información pueden ser algunas de las causas por las que usted pueda pagar de más al contratar y usar servicios financieros.

Cada vez más personas reciben su sueldo vía tarjeta electrónica, y pueden realizar transacciones bancarias desde su teléfono celular o en el supermercado.

Sin embargo, para que aproveche los beneficios que este proceso trae consigo, es necesario que se informe, aprenda y corrija los errores que pueda estar cometiendo de manera consciente o involuntaria.

La Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef) recomienda en su sitio Web reconocer y corregir los errores financieros que pudiera estar cometiendo en perjuicio de su economía tales como:

Olvidar fechas de pago.

Hay ocasiones en las que aun cuando dispone del dinero necesario para pagar sus obligaciones financieras no lo hace porque olvida la fecha límite de pago. Esto implica asumir un costo por pago tardío (pago mínimo vencido).

Usar una agenda o un calendario, alarmas en el celular y domiciliar los pagos a través del servicio de banca en línea puede ser una solución. Si no cuenta con este servicio, puede hacer sus pagos a través del Sistema de Pagos Electrónicos Interbancarios (SPEI) del Banco de México que tiene un costo más bajo e incluso, en algunos casos, es gratuito.

Utilizar la tarjeta de crédito como extensión del ingreso

Existe la equivocada percepción de que el dinero que se encuentra como saldo a favor en una Tarjeta de Crédito, es del titular de la cuenta, que ese dinero es “suyo” y no ese dinero es del banco y está ahí para que el titular lo use y o regrese completo y si eso no suceder antes de la fecha de corte, lo regresara con intereses.

La tarjeta se debe utilizar como medio de pago y pagar toda la línea de crédito utilizada antes de la fecha límite de pago (comúnmente se llama a eso ser “totalero”).

En caso de que no se pague el total de la deuda y solo se abone el mínimo requerido por el banco, el usuario comienza a crear una bola de nieve que podría, en caso de no saldar el total del adeudo, generar una deuda impagable.

Firmar sin leer los contratos de adhesión

Los contratos son documentos en los que se describen sus derechos y obligaciones financieras en caso de incumplir con el mismo. Los costos pueden ser muy altos en algunos casos. Si quiere conocer un contrato antes de firmarlo, es posible consultarlo en el Registro de Contratos de Adhesión en línea (RECAL).

No revisar periódicamente el historial crediticio

Alguien puede robar su identidad para solicitar un crédito y no pagarlo, y sin saberlo ese registro negativo queda inscrito en su historial crediticio y puede ser la causa de que le nieguen un futuro crédito.

Usted puede ejercer su derecho de solicitar su historial gratuito al buró de crédito (una vez al año) verificando que no haya movimientos extraños y si existen, realizar la aclaración para “borrarlo”.

No evaluar con un presupuesto su capacidad de endeudamiento

Asumir deudas sin antes constatar con su presupuesto que efectivamente puede pagarlas es una de las problemáticas que más afectan su capacidad de ahorro e inversión, y por tanto, para mejorar su calidad de vida. 

Es importante que antes de empezar a comprar conozca cuál es la cantidad máxima por la que se puede endeudar y lo relevante que es pagar más del mínimo que te solicita su banco o tienda departamental para ir liquidando su deuda.

Aunque no existen fórmulas únicas, debido a que las necesidades y deseos de las personas son muy diferentes, la Condusef recomienda cuidar que la cantidad que tenga que pagar mensualmente para cubrir sus deudas, no sea mayor al 30 por ciento de su ingreso mensual neto, es decir, del dinero que efectivamente recibe y tiene disponible, a esto se le conoce como capacidad máxima de endeudamiento.

Adquirir productos por estatus

Hay productos que cuestan más por el estatus que dan a los usuarios. Ese puede ser el caso de las tarjetas de crédito de pertenencia (universidades, equipos de fútbol) o las Gold y Premier, por sólo mencionar algunas, cuyas anualidades suelen ser muy elevadas.

Antes de adquirir un producto o contratar un servicio, evalúe si realmente responde a sus necesidades financieras y no a su ego.

Y no lo olvide, no gaste más de lo que gana.

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