viernes, abril 19, 2024

Una odontóloga y un piloto aviador contratados en la era de Fernando Baz para aplicar auditorías a ayuntamientos y otros entes públicos.

Los retos de Miroslava Carrillo Martínez al frente del Órgano Superior de Fiscalización del Estado de México no solo tienen que ver con el tema de las auditorías a los entes públicos, ni la nueva manera de trabajar para obtener óptimos resultados. El principal desafío lo tiene en casa, al interior del propio OSFEM.

En entrevista exclusiva para COMUNICADORESMX reconoció que a su llegada como titular de este Órgano – que ya cambiará a Auditoría-, comenzó a darse cuenta de diversas anomalías en el lugar. Admitió que ya prescindió del servicio de personal “tóxico” que nada aportaba a la labor que se realiza en materia de fiscalización.

“Sí quiero trabajar con profesionales competentes y éticos, sobre todo”, expresó Carrillo Martínez, quien relató que, personalmente, entrevistó a cada una de las personas que forman parte de la plantilla de trabajadores del OSFEM. Y las sorpresas fueron, entre otras, que se habían contratado por ejemplo, a una odontóloga y a un piloto aviador, que no cumplen de ninguna manera con el perfil laboral que requiere el Órgano.

Es decir que mientras Fernando Valente Baz Ferreira estuvo al frente del OSFEM no se cuidó el perfil de la gente que se contrataba. Ahora será diferente ya que las evaluaciones al personal son permanentes y solo se contratará a quiénes sí cumplan debidamente con los requisitos para trabajar en este órgano fiscalizador, con las exigencias debidas.

La actual titular del OSFEM descartó que, por el momento, se busque sancionar a su antecesor por éstas y otras irregularidades detectadas durante su gestión, como el hecho de entregar informes de resultados a los diputados, cuando los procesos correspondientes seguían en curso.

Destacó que, pese a la pandemia, en 2020 tuvo la oportunidad de hacer un diagnóstico sobre la gente que labora en el OSFEM, por lo que consideró prioritario emprender el camino de la profesionalización de esas personas, de manera que su trabajo se realice de manera efectiva y adecuadamente “porque si no se les exigía gran cosa hacían lo mismo de siempre y entonces ¿cómo vamos a obtener resultados distintos?”

Miroslava Carrillo dijo que al llegar como titular del OSFEM se planteó lo que podría hacer para mejorar el trabajo que allí se realiza, empezando por contar con el personal que sí esté comprometido con esta labor de fiscalización para brindar buenos resultados.

Destacó además que se hizo una adecuación al programa anual de auditorías -también por efecto de la pandemia- por lo que está a punto de entregar a la Comisión de Vigilancia de la LX Legislatura de la entidad el Informe de Resultados.

Explicó que entre los cambios efectuados está el hecho de que las auditorías efectuadas ya no fueron “de escritorio” sino físicas, a fin de comprobar si lo que los entes auditados, entre ellos los ayuntamientos, cumplieron con las políticas públicas que implementaron, y que éstas son correctas.

 Entre otros temas abordados en la entrevista, la titular de la OSFEM también expresó su beneplácito porque los diputados aprobaron, en diciembre pasado, el aumento de las sanciones a los servidores públicos que se nieguen a entregar información al órgano que preside.

Dijo que anteriormente solo se les aplicaba una multa equivalente a 800 pesos de la cual se reían, y ahora el pago es de 100 a 150 veces el valor diario de la Unidad de Medida y actualización, UMA, que se cotiza este año en 89.62 pesos. Es decir que podrían pagar de 8 mil 962 a 13 mil 443 pesos. De reincidir en la negativa de entregar información que solicite el OSFEM se podría llegar hasta mil 500 veces el valor diario de la UMA, lo que representaría un pago de 134 mil 430 pesos

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