viernes, marzo 29, 2024

Con la llegada de la temporada de sequía y la costumbre de quemar pastizales se corre el riesgo de arrasar árboles y quedarnos sin agua: ambientalista

La temporada de incendios en nuestro país inicia en febrero y persiste hasta el mes de mayo, debido a la temporada de sequía en la que el suelo está sumamente seco y a las prácticas añejas de quemar pastizales.

Francisco Mejía Alonso, presidente de la Alianza Contra el Cambio Climático y titular del Consejo Municipal de Protección a la Biodiversidad y al Desarrollo Sostenible, explicó que en la quema de pastizales se involucra a algunos ejemplares de árboles que pueden medir más de 18 metros de altura y con ello se afecta todo un ecosistema en perjuicio de los seres vivos. “Si perdemos árboles estamos perdiendo la capacidad de producir oxigeno por un lado y por otro lo que perdemos es agua”.

“Muchos de los campesinos practican la quema de pastizales, que es quemar todo lo que no se pudo cosechar y supuestamente utilizar esa ceniza como nutriente, pero esta es una práctica que difícilmente se podrá quitar de las tradiciones del cultivo. Lo único que se puede hacer ante esta forma de abonar el suelo es regularlo, delimitando exactamente el área quemar sin permitir que el fuego pase, avisar a las autoridades, y estar atento a dicho fuego”.

De hecho, el titular del Organismo de Cuenca Aguas del Valle de México, Víctor Bourguett, advirtió que estamos en serios problemas porque el sistema Cutzamala tiene solamente una capacidad de 56% del nivel común que presentan las tres presas que lo abastecen (presa de Valle de Bravo, presa del Bosque y presa “Villa Victoria).

Cabe recordar que al menos 11 alcaldías de la Ciudad de México reciben agua del Sistema Cutzamala, así como 13 municipios del Valle de México.

Mejía Alonso reiteró que el cambio climático es la amenaza más grande de la sociedad, pues, podemos llegar a quedarnos sin alimentos, por lo que deben crearse políticas públicas que ayuden a esta solventar esta situación, además de hacer conciencia y cambiar nuestros hábitos.

“Lo que nos falta son políticas publicas agresivas que luchen contra todas estas afectaciones del cambio climático y vas a ver que, por disposición oficial, se harían los pasos más agigantados”.

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