viernes, abril 19, 2024

El 22 de abril de 1519 Hernán Cortés funda la Villa Rica de la Vera Cruz, primer asentamiento europeo en México.

En 1854 muere En México, un 22 de abril de 1854 muere en Chilpancingo, Guerrero, Nicolás Bravo. Su carrera militar empezó cuando se incorporó a las fuerzas de Hermenegildo Galeana en su pueblo natal. Pronto se hizo hombre de confianza de Morelos. Fue presidente de la República en 1839, entre 1842, 1843 y en 1846. Falleció de forma inesperada en la Hacienda de Chichihualco, Guerrero, casi al mismo tiempo que su esposa, lo que en su momento, sugirió, un envenenamiento.  Fue declarado Benemérito de la Patria. En 1925 sus restos descansaron en la Columna de la Independencia en la ciudad de México.

En 1870 nace en Simbirsk (Rusia) Vladimir Ilich Ulianov, que será conocido como Lenin, dirigente revolucionario ruso y líder bolchevique. Será el primer presidente del Gobierno de la Unión Soviética (el Consejo de Comisarios del Pueblo).

En 1724 nace en Köenisburg (actual Rusia), Imanuel Kant, filósofo alemán cuya obra clave será “Crítica de la razón pura”, en la que tratará de fundamentar el conocimiento humano y sus límites.

En las letras, un día como hoy pero de 1616 fallece Miguel de Cervantes, soldado, novelista, poeta y dramaturgo español, la máxima figura de la literatura española. Universalmente conocido, por ser el autor de “El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha”, considerada la primera novela moderna y una de las mejores obras de la literatura universal. Se le ha llamado el “Príncipe de los Ingenios. Tradicionalmente se considera como fecha de su muerte la del 23 de abril de 1616, día en que se le enterró.

La mañana del 22 de abril de 1992 una serie de explosiones en el Colector Intermedio de Oriente en Guadalajara, Jalisco, interrumpió la cotidianeidad de los tapatíos y desaparecen decenas de viviendas en un área de casi 8 kilómetros. Aunque no pudo ser comprobada, la explicación oficial fue que las explosiones se originaron con la gasolina que derramó el poliducto Salamanca-Guadalajara en la colonia Álamo Industrial, en donde también había hidrocarburos descargados por plantas industriales y talleres. Con el calor propio de la época  se generaron gases explosivos que se almacenaron ya que se había formado un sello hidráulico causado por  la construcción de un sifón por debajo de la Calzada Independencia. El saldo oficial de las explosiones fue de 212 muertos, 69 desaparecidos, mil 470 lesionados, se destruyeron ocho kilómetros de calles, resultaron afectaron mil 142 viviendas, 450 comercios, 100 centros escolares y 600 vehículos.

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