El 5.3 por ciento de la población de 5 a 17 años de edad realiza quehaceres domésticos en condiciones no adecuadas.

Por Gabriela Landetta

En México, el 11.5 por ciento de la población de 5 a 17 años de edad se encuentran en condiciones de trabajo infantil, revela la Encuesta Nacional de Trabajo Infantil (ENTI) 2019. Es decir 3.3 millones de niñas, niños y adolescentes en el país abandonan sus estudios o los relegan para exponerse en trabajos considerados peligrosos para su edad.

De acuerdo con la Organización Internacional del Trabajo “un menor de edad que trabaja puede, por un lado, disminuir el tiempo y calidad invertido en el estudio u otras actividades que favorecen su crecimiento y, por otro, exponerse a sufrir algún problema físico o psicológico por realizar actividades no adecuadas”.

Por ello, cada 12 de junio se conmemora el Día Mundial contra el Trabajo Infantil. Su objetivo  es dar a conocer los riesgos que implica para ese sector de la población realizar actividades para las que no están preparados todavía, lo que también incide en su formación. De allí que parte de los Objetivos  de Desarrollo Sostenible (ODS) que conforman la Agenda 2030 es avanzar hacia la eliminación de cualquier forma de trabajo infantil para el año 2025.

Sin embargo, los datos de la ENTI 2019 revelan que de los 3.3 menores de edad que están en condiciones de trabajo infantil, 1.8 millones se desempeñan en una ocupación no permitida. Otros 262 mil realizan al mismo tiempo alguna ocupación no permitida y quehaceres domésticos en condiciones no adecuadas, mientras que y 1.3 millones efectúan exclusivamente quehaceres domésticos en condiciones no adecuadas.

En México, la Ley Federal de Trabajo precisa como edad mínima para trabajar los 15 años –con autorización de sus padres o tutores-. La normatividad prohíbe las labores para quienes tengan menos edad,  así como todo trabajo que esté definido como peligroso para quien tenga por debajo de los 18 años.

“A partir de esto se clasifica el trabajo de la población de 5 a 17 años en: ocupación permitida y no permitida. Así, 93.8 por ciento (2 millones) de la población de 5 a 17 años ocupada, está en ocupación no permitida. Por sexo, esta situación se presenta en 96.1 por ciento (1.4 millones) de los hombres ocupados y en 88.6 por ciento(0.6 millones) de las mujeres ocupadas”, destaca el INEGI.

Otras cifras que da a conocer la Encuesta Nacional de Trabajo Infantil 2019 es que  5.3 por ciento de la población de 5 a 17 años de edad realiza quehaceres domésticos en condiciones no adecuadas. Es decir, durante horarios prolongados, en un medio insalubre que supone la manipulación de equipos peligrosos, cargas pesadas o que se realiza en lugares definidos como peligrosos.

Se define además el trabajo peligroso como “aquel en el que los menores están expuestos a abusos de orden físico, psicológico o sexual; se realizan bajo tierra o agua, en alturas peligrosas o espacios cerrados; se utiliza maquinaria, equipos o herramientas peligrosas; se realiza en medios insalubres; con temperaturas, ruido o vibraciones perjudiciales; se da en horarios prolongados o nocturnos, o son trabajos que retienen injustificadamente a la niña o niño”.

Al respecto, la Encuesta revela que “al observar a la población de 5 a 17 años en trabajo no permitido, destaca que, seis de cada 10 (60%) están en ocupaciones peligrosas y cinco de cada 10 (47.9%) participan en sectores de actividad peligrosos”.