Autoridades no estaban notificadas del transporte de cartuchos y el equipo de seguridad de CUSAEM no llevaba medios tecnológicos suficientes para prevenir o reaccionar en caso de una contingencia: CNSP
Antes de iniciar el traslado a Texas de los 7 millones 114 mil 500 cartuchos útiles que fueron robados el 8 de junio en Guanajuato (y después localizados), Industrias Tecno, fabricante de las municiones, debió haber verificado que el CUSAEM, empresa encargada de custodiar el traslado, contara con los protocolos de seguridad y análisis de riesgos necesarios para proteger el cargamento de un robo o cualquier otro factor de vulnerabilidad, y así evitar que representen un peligro para la seguridad pública, explicó Raúl Sapién Santos, Presidente del Consejo Nacional de Seguridad Privada (CNSP).
“No se llevaron a cabo las disposiciones del reglamento de la Ley Federal de Armas de Fuego y Explosivos. Concretamente, donde se establece que para su transportación se debe contar con un certificado expedido por la autoridad administrativa del lugar donde serán entregadas las municiones que avale que cumple con todos los requisitos de seguridad.
En este caso, las autoridades estatales no estaban notificadas del transporte de esa mercancía en tránsito y el equipo de seguridad de CUSAEM no llevaba medios tecnológicos suficientes para prevenir o reaccionar en caso de una contingencia”, detalló el especialista.
Tras darse a conocer las irregularidades en que incurrieron Industrias Tecno SA de CV y la empresa CUSAEM, el Presidente del CNSP hizo un llamado a las autoridades a prestar atención a los intereses de fondo que hay entre las empresas que fabrican municiones y los entes públicos que nadie tiene fiscalizados y aun así ofrecen servicios de seguridad privada para resguardar traslados de municiones.
Reiteró que el CUSAEM es un ente híbrido que no forma parte de la seguridad privada ni tampoco de la seguridad pública, por lo que el Estado debe regularlo mediante la Ley de Seguridad Privada al igual que a todas las policías auxiliares y complementarias.
“Se han dado casos de escoltas que dicen ser elementos de seguridad privada, pero en realidad son policías auxiliares complementarias que se hacen pasar por seguridad privada y no cuentan con el adestramiento ni capacitación para ejercer esa labor. Si no van a cumplir con la Ley General de Seguridad Privada como se les exige a las empresas del ramo, entonces que retomen su verdadera función que es brindar seguridad pública a los gobernados de las entidades a las que corresponden”, expresó Sapién Santos.
El 8 de junio fueron robados 7 millones 114 mil 500 cartuchos útiles en Guanajuato que eran transportados por 2 tractocamiones hacia Texas. La Sedena reveló que el asalto fue cometido por uno de los cárteles más poderosos del país y planeado por personas que sabían el valor de la carga, misma que era custodiada por el CUSAEM, que incurrió en diversas irregularidades.
