Respalda Congreso mexiquense reconocimiento a los derechos de la naturaleza.

El Congreso mexiquense aprobó por unanimidad la iniciativa de reforma a la Constitución de los Estados Unidos Mexicanos para elevar a rango constitucional los derechos de la naturaleza y colocarlos en el mismo nivel que los derechos humanos, además de retrotraer el principio de reparto de la tierra al sentido y texto original de la Constitución de 1917.

La propuesta del diputado Max Agustín Correa Hernández, que será remitida al Congreso de la Unión, también establece el derecho de audiencia y justa indemnización a ejidatarios y comunidades ante expropiaciones y afectaciones sin decreto de sus tierras.

La iniciativa busca que los campesinos accedan nuevamente a las tierras, derecho que les fue cancelado por la reforma neoliberal de 1992 y garantiza un cambio en favor de los pequeños campesinos, que pasa por la garantía constitucional sobre su propiedad y por una serie de ejes de productividad, comercialización y desarrollo social democrático con reconocimiento de los derechos de la Madre Tierra y la protección de los recursos naturales.

Prevé que se dote de tierras a quienes las habían solicitado antes de esa reforma y se entreguen nuevos ejidos a los millones de jóvenes jornaleros que trabajan el campo en un clima de pobreza, miseria y explotación.

El legislador explicó que la iniciativa pretende favorecer un nuevo tipo de relación del hombre con la naturaleza para reconocer que la Madre Tierra es un ser vivo y tiene derechos, lo que se pretende quede consignado en la ley fundamental de los mexicanos.

Max Correa resaltó también la superación de la visión antropocéntrica para considerar a los derechos de la naturaleza al mismo nivel de los derechos humanos y la relevancia de hacer valer los derechos de los pueblos originarios y campesinos en la gestión de sus territorios, respecto a los derechos de la naturaleza.