jueves, marzo 28, 2024

En la lucha de independencia, la participación de las mujeres fue determinante.

En contexto con los 211 años del inicio de la lucha por la Independencia, la diputada María del Rosario Elizalde Vázquez presentó en el pleno un pronunciamiento para recordar y reconocer la participación de grandes mujeres del movimiento en actividades de correo, espionaje, contrabando y en la lucha armada, pues la historia no las reconoce en su justa medida.

En la lucha de independencia, la participación de las mujeres fue determinante, sin ellas seguramente la historia no se contaría de la misma manera, sus roles fueron decisivos, ellas con una personalidad en común, fuertes, determinantes y valientes, destacó.

La legisladora de Morena recordó la participación de Josefa Ortiz de Domínguez, Leona Vicario, María Ignacia Rodríguez de Velasco, Gertrudis Bocanegra, Antonia Nava de Catalán, María Gertrudis Armendáriz, María Josefa Huerta y Escalante, Rafaela López Aguado, María Josefa Martínez Navarrete, María Josefa Natera, Mariana Rodríguez del Toro, Carmen Camacho, María Micaela Monroy, y Manuela Medina, quienes ayudaron a organizar y planear el movimiento independentista.

“Sin embargo la historia patriarcal solo ha guardado registro de algunas, pese a que durante las diversas etapas de la lucha armada participaron como correo, realizando actividades de espionaje, contrabandistas de armas, e inclusive como seductoras para tratar de convencer a militares realistas que cambiaran el bando, otras veces como rehenes para obligar a sus familiares a rendirse o actuar de determinada manera”.

Josefa Ortiz de Domínguez, criolla de origen, conoció de cerca la discriminación y el racismo, sufrió años de encierro estando aún estando embarazada, en conventos de Querétaro y de la Ciudad de México, separada de sus hijos y de su esposo, acusada de sedición, traición, conducta escandalosa, seductiva y perniciosa.

Leona Vicario se dedicó a informar a los insurgentes, de los movimientos del ejército contrario, utilizó su poder económico para financiar a los ejércitos rebeldes con medicinas, armas y noticias; María Gertrudis Armendáriz, aprendida por ser cuñada de Miguel Hidalgo y Costilla, impulsó a los presos para que se unieran a la lucha insurgente; Antonia Nava de Catalán, ofreció comida a los insurgentes. y combatieron a los españoles con machetes y palos.

María Josefa Huerta y Escalante, trabajó como mujer-correo; Mariana Rodríguez del Toro, organizó tertulias literarias, para preparar la rebelión de 1810; María Josefa Martínez Navarrete, luchó junto a Miguel Hidalgo, vistió con traje masculino y al frente de un grupo de insurgentes sostuvo varios combates con el enemigo, tomada prisionera y condenada a prisión perpetua.

Gertrudis Bocanegra fue arrestada por participar en el movimiento insurgente y pese a sufrir torturas para delatar a sus compañeros, nunca informó sobre las fuerzas independentistas; Carmen Camacho, logró persuadir a varios soldados que dejaran el ejército realista para formar parte del movimiento insurgente y fue fusilada.

María Micaela Monroy, natural de Tenancingo, junto a su pareja Cristóbal Cruz Manjarrez, recibió al cura Miguel Hidalgo y su comitiva cuando el ejército insurgente entró a la ciudad de Toluca; Manuela Medina “La Capitana” formó su compañía dando siete batallas; Rafaela López Aguado, sus cuatro hijos lucharon en el movimiento de independencia, Ignacio y Francisco López Rayón son los más mencionados, y Luisa Martínez García Rojas, fue fusilada por ayudar cinco años a los insurgentes con víveres, pólvora y armas.

“Todas ellas mujeres de su tiempo, feministas, próceres de la historia, tuvieron una participación decisiva arriesgando su estabilidad económica, su vida, la vida de sus hijos, sus recursos económicos, por una causa, por una idea, por un sueño, la libertad”.

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