De acuerdo con la interpretación de vestigios arqueológicos, los primeros intercambios comerciales se realizaron por necesidad mutua, lo cual en pocas ocasiones resultó práctico surgiendo la necesidad de estandarizarlos con elementos tangibles aceptados de forma ordinaria, divisibles para ajustar la transacción y que fueran portables. Así nació el concepto de Dinero. 

Por Claudio Jaime Batlle

Banco de México con la intención de proporcionar elementos educativos respecto al sistema financiero, publica en su sitio web Banxico educa, temas claros y entendibles para distintas edades.

En lo que al tema en específico del Dinero Electrónico se trata Banxico destaca que actualmente el dinero ha tomado la identidad de datos que circulan a través de redes computarizadas y que pueden dar la vuelta al mundo en tan sólo unos segundos, el cual se intercambia a través de vías como el internet o redes de telecomunicaciones privadas, en respuesta a las instituciones de quienes realizan algún pago o transacción electrónica.

Asimismo, refiere que este dinero se encuentra virtualmente en una cuenta bancaria, de ahí viaja por la red para llegar a otras cuentas y así realizar pagos y que el dinero ya no está respaldado necesariamente por un objeto físico, sino por el trabajo que realizan todos lo que se encuentran involucrados en alguna actividad productiva para obtenerlo.

El Banco central de México subraya que para posibilitar la forma y el uso electrónico del dinero ha sido necesaria la instalación de la infraestructura apropiada, como son sistemas de cómputo, conexiones a internet y una red electrónica que permite transferir información sobre las transacciones de comercios o cajeros automáticos a sucursales bancarias.

El uso del dinero electrónico requiere tecnologías de telecomunicaciones desarrolladas, así como la implementación de mecanismos de seguridad, los cuales son posibles gracias al desarrollo de infraestructura tecnológica 

Los nuevos avances permiten transacciones cada vez más seguras, rápidas y eficientes, que hacen pensar que en un futuro próximo las transacciones no se van a hacer sólo desde cajeros automáticos, terminales de punto de venta o computadoras, sino también desde dispositivos portátiles como teléfonos celulares.

Esto último ya es posible, pero sólo en algunos cuyas tecnologías están altamente avanzadas. Por este motivo es más problemático y retardado en países con bajo nivel de desarrollo. De ahí también que en México sólo una parte de la población tenga acceso a este tipo de medios de pago.

Medios de pago

Los medios de pago electrónicos más usuales son las tarjetas de crédito y débito y las tarjetas prepagadas. Mediante éstas se envían instrucciones de pago, que consisten en dar la orden de hacer una transferencia electrónica de fondos de su tarjeta a la cuenta de quien le vende el producto o el servicio.

También se pueden hacer domiciliaciones, esto es que autoriza a alguien a que cargue periódicamente a su tarjeta bancaria un servicio, por ejemplo: el pago de la electricidad. Cada mes se resta el dinero automáticamente de su cuenta y se transfiere a la cuenta de la compañía proveedora de electricidad.

Con la tarjeta de crédito usted compra primero (con dinero del banco, no suyo) y paga después al banco en la fecha pactada. Funciona como un préstamo que recibe del banco y que paga días después.

En cambio, con la tarjeta de débito paga con el dinero que tiene en su cuenta bancaria. Cuando se registra el pago que hizo con su tarjeta de débito, el banco se lo resta inmediatamente a su cuenta.

Con la tarjeta prepagada paga antes de usar el servicio: por ejemplo, compra de crédito para su celular y después lo utiliza. Usualmente estas últimas se utilizan para pagar cantidades no muy elevadas o para comprar en un solo establecimiento.

Finalmente, Banxico asegura que en el futuro próximo el impacto de los medios de pago electrónicos seguirá aumentando al crecer su uso en todo tipo de transacciones y que seguramente faltará mucho por ver en la evolución del dinero y las formas de pago electrónico.

Y no lo olvide, no compre lo que no necesite y no gaste más de lo que gana.