jueves, abril 25, 2024

Municipios del Edoméx no han autorizado permisos para policías vulnerables al Covid-19.

De las 125 corporaciones de seguridad pública municipal del estado de México, sólo el 15 por ciento ha atendido la recomendación del gobierno federal de enviar a descansar a aquellos elementos que presenten condiciones de vulnerabilidad ante el Covid-19, explicó Iván Chávez Espejel, presidente de la Asociación de Ciudadanos Uniformados A.C.

En el 60 por ciento de los municipios no se ha dado respuesta a las peticiones de aquellos policías que han ingresado su solicitud de retiro parcial, a pesar de que “se amplió hasta el 1 de agosto la suspensión de labores con goce íntegro de sueldo para los trabajadores, incluyendo a policías, peritos y agentes del ministerio público que se encuentren en condiciones de salud vulnerables como ser mayor de 60 años de edad, o por embarazo, hipertensión arterial, diabetes mellitus, enfermedad cardíaca o pulmonar crónicas, inmunosupresión -adquirida o provocada, Epoc y otras similares-”.

Es por ello que se están promoviendo amparos a fin de que los uniformados cuenten con las garantías laborales especialmente en momentos de pandemia, toda vez que “algunos no cuentan con servicio medico y no pueden acceder a este beneficio, por lo que primero se debe revisar su situación laboral y los estados deben de acatar las disposiciones federales”.

Además, agrega Chávez Espejel, los encargados de la seguridad en campo no están recibiendo insumos como toletes o gas pimienta y en algunas ocasiones sólo se les otorga un arma que en caso de verse agredidos en alguna manifestación, como fue el caso de la Ciudad de México, con lo único que cuentan para defenderse es precisamente con este tipo de artefacto. 

El presidente de la Asociación de Ciudadanos Uniformados A.C., comentó que varios policías están presentando el síndrome de Burnout o “síndrome de estar quemado” o de desgaste profesional, toda vez que tienen que cumplir no sólo con sus horarios de trabajo, sino con horas extras que no son pagadas y con riesgo de contagio.

Este trastorno, dice, se debe no sólo a las condiciones deplorables en las que tienen que trabajar, sino a las autoridades que les generan estrés “porque tal parece que hay grupos políticos que no quieren que al gobierno federal le vaya bien, es una guerra política y los policías quedan en medio”.

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