viernes, abril 19, 2024

El 30 de noviembre de 1787 nace en Yucatán, Andrés Quintana Roo, abogado y político insurgente.

Terminó sus estudios en el Seminario Conciliar de San Ildefonso de Mérida en 1807, e ingresó a la Universidad Real y Pontificia de México en 1808 a estudiar leyes. Su padre, Matías Quintana, fue Procurador síndico general  y Capitán de las milicias urbanas en 1812, sufrió prisión en San Juan de Ulúa por apoyar la Constitución de Cádiz en la región, y fue diputado por Yucatán en los primeros años de vida independiente de México.

En 1868 nace Andrés Molina Enríquez, abogado y sociólogo, autor de Los grandes problemas nacionales. Siendo todavía muy joven entró al Instituto Científico y Literario de Toluca becado por el Ayuntamiento de Jilotepec. De ahí pasó a la Escuela Nacional de Jurisprudencia, en la ciudad de México, donde fue contemporáneo de Jesús Urueta y Francisco M. Olaguíbel. Desde entonces se dedicó al periodismo como editorialista de El Siglo XIX. Pronto se dedicó a la judicatura, se hizo cargo de un juzgado local. Además una enfermedad de su padre lo obligó a hacerse cargo de la notaría que éste manejaba en Jilotepec, lo que le dio la oportunidad de conocer en detalle el proceso de concentración de la tierra en manos de unos cuantos españoles y criollos, mediante el sistemático despojo de ranchos y ejidos a los indios y mestizos que carecían de titulación escrita; y pudo advertir cómo los jefes políticos amenazaban con la deportación y el “contingente” (leva) a los campesinos que trataban de defenderse.

En 1924 nace Radio Educación, a partir de una iniciativa de José Vasconcelos.

En 1835 nace en Estados Unidos Samuel Langhorne Clemens, que será conocido como Mark Twain, humorista y escritor estadounidense autor de “Las Aventuras de Tom Sawyer” y “Las Aventuras de Huckleberry Finn”.

En 1667 nace en Dublín Jonathan Swift, escritor irlandés, autor de la obra satírica “Los viajes de Gulliver”.

En 1900 fallece Óscar Wilde, poeta y escritor irlandés. Uno de los dramaturgos más destacados del Londres victoriano tardío. Es autor de obras como “La importancia de llamarse Ernesto”, “El retrato de Dorian Gray”, “El fantasma de Canterville”, “El príncipe valiente” o “El gigante egoísta”.

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