viernes, marzo 29, 2024

Por Claudio Jaime

No solamente México, el mundo entero pasa por una etapa de desaceleración económica como resultado de la suspensión forzada de actividades comerciales derivadas de la propagación del Covid 19, por lo que tomar medidas para mantener sus ingresos, usar sus recursos eficientemente y ahorrar, le ayudarán a que su economía familiar se vea lo menos dañada posible.

Considerando diferentes criterios que le ayudarán a usar mejor su dinero, pensar primero en lo que desea y no en lo que realmente necesita, típicamente provoca que sus compras crezcan en cantidad y no en calidad, generando inclusive más deseos irracionales por comprar, una conducta muy parecida a una adicción.

En épocas de incertidumbre económica, es casi normal de que el temor que le hace pensar que los bienes que necesita puedan quedar fuera de su alcance, desata en la mayoría de los consumidores compras de pánico que los obligan a gastar sus recursos o a usar irresponsablemente su crédito, por lo que analizar y valorar cada compra favorecerá sus finanzas.

Para detener la avalancha de compras impulsivas, guiadas por meros deseos, primero deberá recordar cuando las hizo y aceptar que daño su economía, que sí ha gastado innecesariamente y peor aún si lo hizo con dinero que no es suyo, me refiero a las compras realizadas con tarjeta de crédito, porque en este caso en particular, usted compro con dinero del banco y él se lo cobrará con intereses si no le regresa el monto completo de sus compras antes del corte, de ser así, está creando una montaña de deudas en su contra y estas lo pueden llevar a la quiebra.

 ¿Le urge?

Aquí usted plantea la prioridad en tiempo, ¿el artículo que pretende comprar hará uso inmediato de él?, ¿dentro de una semana, dentro de un mes?, ¿un año?, la única justificación viable para pasar a la siguiente pregunta es, si el producto se encuentra en comparación con otros lugares a un precio más bajo o en oferta (verdadera oferta, ósea del 40% en adelante, sino, no es oferta) y que para cuando se use, su precio podría ser mayor.

Otro aspecto muy importante es, si para cuando ese producto usted le dé uso, este se encuentre desfasado u obsoleto, esto pasa frecuentemente con los aparatos de tecnología de punta, como las computadoras, los teléfonos celulares, las televisiones, aparatos para usos específicos como los médicos, los artísticos entre otros, recuerde el concepto de obsolescencia tecnológica, nada es para siempre.

Si usted compra, por ejemplo, una computadora, una tablet o un teléfono celular y la guarda para cuando “la necesite” es muy probable que cuando esto pase, ese aparato se encuentre desfasado u obsoleto, que le tenga que agregar actualizaciones y si sucede que, por ser de “generación anterior”, ya no sea posible descargarlas, su dispositivo habrá quedo obsoleto con muy poco uso, en otras palabras, lo desperdicio.

Si compra algún dispositivo de este tipo, deberá ser porque lo necesita, lo va a usar y le va a sacar provecho.

Una compra anticipada puede ser una buena idea, pero si no cubre los requisitos que le acabo de plantear, representara un riesgo, el de no obtener el beneficio que esperaba o peor aún, el de haber desperdiciado su dinero.

¿Es necesario?

Esta es la parte en donde usted identifica si su intención de compra es para cubrir una necesidad o un deseo, cosa que debe quedar claro que no es lo mismo, la necesidad corresponde a proporcionar un benefactor para poder vivir, tal es caso de la comida, la atención médica, tener una vivienda o capacitarse para trabajar o mejorar su calidad de desempeño laboral.

Cuando ya estos factores son cubiertos, se crean otras necesidades, como la de socializar, divertirse y ampliar el número de experiencias que le proporcionan placer.

Estos son los dos rubros para distinguir necesidad o placer

Entonces cuando usted experimente esa intención de compra deberá de distinguir de igual forma en que los seres humanos diferencian los colores, es entonces ¿NECESIDAD O PLACER?

¿Realmente lo necesita?

Si de la pregunta anterior contesta “SI”, que si era necesario, ahora se hará una autocrítica con la pregunta, realmente lo necesito, aquí el planteamiento va hacia encontrar opciones, ya sea que pueda encontrar ese bien o servicio en mejores condiciones con otro proveedor, ósea comprándolo en otro lado, o distinguiendo si existe otro bien o servicio de menor costo que cubra igual esa necesidad, porque recuerde que usted ya llego a esa conclusión, que es una necesidad no un placer, no un deseo.

¿Está dentro de su presupuesto?

Todas las preguntas que haga en este ejercicio tienen el mismo valor, ninguna es más importante que otra, sin embargo, la siguiente es definitiva, ¿Esta dentro de su presupuesto?

Esta es quizá, donde la mayoría de los consumidores se hacen la pregunta, ¿presupuesto?, ¿qué es eso? y por paradójico que parezca, para llevar bien sus finanzas personales, contar siempre con la conciencia de, cuanto puede gastar, es fundamental.

La creencia de que su cartera, o peor aún, que las carteras del esposo, papa, mama o esposa no tiene fondo, es la que lleva a quebrar la economía de quien provee a quien no sabe gastar.

La palabra para no perder de vista es…Límite, si usted tiene un vaso con agua y lo bebe completo, usted agoto el contenido del vaso, sucede lo mismo con las carteras o las cuentas de banco, cuando usted lo gasta todo, usted agota su dinero.

Y si la fecha para cuando sea posible, “llenar el vaso” esta distante, entonces deberá prepararse para una “sequía”, la cual puede ser desde leve a crítica, ¿tendrá entonces que pedir prestada agua? Los préstamos no son gratis, cobran intereses.

La metodología planteada podrá ayudarlo a mejorar la administración de su dinero, recuerde los esfuerzos que representa para usted obtenerlo, adaptarse a sus recursos para que estos sean suficientes y acordes a sus necesidades, de esto depende del buen manejo de los conceptos: necesidad, deseo y limite.

Y Recuerde, No gaste más, de lo que gana.

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