jueves, marzo 28, 2024

“Con cientos, miles de fojas, diligencias y resoluciones lapidarias, escribían nuestra muerte, la de nuestros hijos, padres y hermanos”.

A través de una carta dirigida a los poderes Legislativo, Ejecutivo y Judicial del estado de México, los ex presos políticos Basilio Lara Hernández, Daneyra Kikey Becerril, Dominga González Martínez, Ignacio del Valle, Marco Antonio Pérez González, Oscar Hernández Neri, Pedro Sánchez Berriozábal, Rómulo Arias Mireles y Yuriko Maribel Becerril, solicitan la aprobación de una Ley de Amnistía que libere a todas aquellas personas que se encuentran recluidas en penales de la entidad, acusadas de delitos que no cometieron.

A continuación se reproduce el documento íntegro:

Los que hemos sido presos políticos en el Estado de México queremos manifestar:

Nosotros sabemos lo que es ir a las prisiones a visitar a los presos, ser cacheados, ser humillados y humilladas para meter un poquito de frijoles, una tortilla o un pan.

Nosotros sabemos lo que es aguantar de los custodios y custodias el manoseo, sabemos lo que es no tener para pagar un abogado y tener que depender de los abogado de oficio que no tiene oficio para defendernos.

Sabemos lo que es sufrir en cada audiencia por que no te quieren dar una copia, porque no se pueden pagar las diligencias, porque se suspenden una y otra vez las audiencias.

Sabemos qué es hacer trámites en los juzgados de primera y segunda instancia. Sabemos lo que significa estar presos, aguantar cada día y cada noche en el hacinamiento, yo no puedo olvidar como en las celdas se vive como si fueras viajando en el “Metro” en hora pico, pero día y noche, sin tener sanitarios y luego recibir terribles alimentos, como para recordar lo infelices que somos y lo terrible que es la cárcel.

Sabemos lo que significa estar esperando una resolución judicial, meses y meses y pasan los meses y no llegan las resoluciones judiciales, y cuando llegan sucede que son resoluciones que no tomaron en consideración nuestras pruebas.

Arbitrariamente los jueces dicen: CULPABLE, porque les interesa incrementar las estadísticas de culpables, de alguna manera tiene que justificar su salario… sus jugosos salarios.

Sabemos perfectamente lo que significa, lo que se siente, una sentencia condenatoria cuando sé es inocente. Recibir una sentencia condenatoria es el momento en que este país, este mundo se derrumba, porque todos nos hemos dado cuenta que lo que sirve, lo que se utiliza, lo que llega a ser significativo para tener una respuesta favorable es comprar al abogado, comprar al secretario, comprar al Juez, comprar a los peritos y solo así se obtiene la inocencia.

Porque si no tienes recursos, si no tienes dinero para pagar al abogado que corrompa no vas a salir libre, aunque tengas todas las pruebas a tu favor, aunque no haya ningún elemento que te incrimine. Y es el caso de los presos inocentes.

Nosotros:

Libramos las prisiones mexiquenses porque conquistamos la justicia. Somos los de Atenco, los de Tlanixco, los de Salazar, los del Magisterio Disidente, los del pueblo organizado, que con nuestro arsenal solidario de voces, puños, consignas y aprendizaje rebelde, tejemos la otra historia, la no oficial.

Nos vimos tras exclusas y rejas, encerrados, sometidos, vigilados, torturados, humillados instante a instante por mandato judicial, bajo el brazo ejecutor del sistema ese que proclama el “castigo a los responsables”.

Nos llamaban el imputado, el acusado, el procesado, el sentenciado, el culpable, el presunto, el responsable… el antisocial.

Con cientos, miles de fojas, diligencias y resoluciones lapidarias, escribían nuestra muerte, la de nuestros hijos, padres y hermanos.

En la oscuridad de sus salas y oficinas concatenaba el juez y sus secretarios nuestra herejía, pero la hoguera estaba ya encendida con anticipación y dispuesto de antemano el túnel de los últimos respiros, el que conduce al infierno penitenciario y cuyas llamas envuelven a la familia y a la comunidad que ha de aprender la lección.

Pero cayó su teatro, se desploma el edificio desde sus cimientos necrosados y al caer sus muros carcomidos se dejan ver las máquinas del suplicio y se asoman sus ruinosos perfiles fascistas.

Nuestra lucha como reflector de sol alumbró los rincones malolientes, los laberintos, las burocracias, los contubernios, los negocios bajo la mesa, los códigos de la falsedad y la urdimbre de narrativas artificiosas, destinos de exterminio.

Conquistamos la justicia y con ello destapamos su tripaje enfermo. Nuestra inocencia emergió en su charca escatológica, dejó al descubierto el iceberg de triquiñuelas y reveló sus desatinos, sus huecos profundos, sus vicios inconmensurables.

¿Con qué cara se llaman a sí mismos régimen de derecho y con qué corazón juzgan y sentencian?

No creemos más en sus mitos, señores de las sentencias anticipadas de la prisión preventiva oficiosa hecha deporte, verdugos anacrónicos. No confiamos en sus juicios amañados.

Rectifiquen.

Excarcelen a los y las inocentes. Sanen sus cárceles: panteones sin cruz. Liberen a los torturados, a los que nadie ha defendido por ser pobres, indios, jóvenes o ignorantes.

¡Rectifiquen!

¡POR UNA AMNISTÍA QUE SIRVA EN EL ESTADO DE MÉXICO!

ExPresos Políticos

Basilio Lara Hernández, Alianza del Valle

Daneyra Kikey Becerril, Pueblo de Salazar

Dominga González Martínez, Pueblo de Tlanixco

Felipe Rodríguez Aguirre, Unión Popular Emiliano Zapata

Ignacio del Valle, Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra

Marco Antonio Pérez González, Pueblo de Tlanixco

Oscar Hernández Neri, MMCRE-CNTE

Pedro Sánchez Berriozábal, pueblo de Tlanixco

Rómulo Arias Mireles, Tlanixco, Pueblo de Tlanixco  

Yuriko Maribel Becerril, Pueblo de Salazar

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