jueves, abril 25, 2024

La industria restaurantera en el estado de México ha perdido hasta 50 mil empleos a causa de las restricciones sanitarias por semáforo rojo.

Por Miguel García

Poco más de 300 trabajadores de la industria restaurantera estatal que se manifestaron este lunes frente al palacio del Poder Ejecutivo del gobierno mexiquense para exigir a las autoridades solución que permita abrir las puertas de sus negocios hoy colapsados, aseguraron que el 2020, el primer año de la pandemia, dejó una caída en sus ganancias de hasta el 80 por ciento.

A las 10 de la mañana comenzó el sonido ensordecedor de cacerolas, sartenes y ollas, esto como un grito de auxilio pero también una expresión de hartazgo tras los 10 meses de afectaciones por la pandemia de Covid-19, pero sobre todo por la incertidumbre de no saber cuándo podrán regresar a la actividad

“Nos han hecho como ellos quieren y no se vale, nosotros ahorita de qué vivimos, ellos tienen su sueldo y nosotros nos lo hemos llevado de puros préstamos; empezamos a trabajar y a pagar”, dijo Jesús Rodríguez trabajador de la industria restaurantera.

Los manifestantes estuvieron poco más de una hora haciéndose escuchar con el retumbar de sus cacerolas, tiempo en el que ninguna autoridad del poder ejecutivo salió a atenderlos para escuchar su situación.  

“Muy difíciles la verdad, mucha gente está igual que yo; necesitamos el trabajo urgentemente no aguantamos nada; afecta a toda la familia, no solo a mi; dependen muchas familias del restaurante”, sentenció Antonio, quien trabaja en un restaurante de Toluca.  

Con ello, los trabajadores entre meseros, cocineros, y baristas exigieron no más prohibición sin una alternativa de solución; la posición del sector es clara y directa; o abren las puertas o mueren sus negocios.

Indicaron que la alternativa que les dejan los gobiernos para operar vía entrega a domicilio no es sostenible para pequeños negocios porque las aplicaciones cobran el costo del envío y es ahí donde se van las ganancias.

“Por favor les suplicamos que nos dejen laborar, denos una solución, nos urge, nos estamos muriendo de hambre; por favor queremos trabajar”, reiteró Antonio

Expusieron que desde el inicio de la pandemia, en el estado de México han cerrado definitivamente 10 mil restaurantes, con una pérdida de al menos 50 mil empleos directos.

Tan solo tras el regreso al color rojo a inicios del mes de diciembre, se generó un 10 por ciento adicional de recorte de personal, esto cuando seis de cada diez restaurantes son familiares, además de que el 56% del personal que labora son mujeres y en algunas ocasiones son las únicas que aportan para la economía de su hogar.

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