jueves, marzo 28, 2024

Modelo presentado por la SEP para el regreso a clases a través de la televisión, no garantiza el derecho a la educación de niñas, niños y adolescentes.

Por Juan Martín Pérez García

Director Ejecutivo de la REDIM

Con 573,888 casos confirmados positivos, 62,076 muertes y 396,758 casos recuperados de Covid-19 desde el arranque de la Jornada Nacional de Sana Distancia, el Gobierno Federal anunció el regreso a clases no presencial como una medida sanitaria para hacer frente al incremento exponencial de casos de contagio por SARS CoV2.

Desde #REDIM, Red por los Derechos de la Infancia en México, compartimos la decisión de no retornar a las escuelas estando en semáforo rojo y naranja, atendiendo a las políticas sanitarias; sin embargo la decisión de usar la radio y televisión, se entienden ante una emergencia en los primeros meses, no obstante, no puede considerarse como medida principal y permanente del nuevo ciclo educativo 2020-2021, porque la evidencia muestra que sin la comunidad educativa, escaso acceso a internet y ni condiciones optimas para estudiar no existirá aprendizaje significativo y representa exclusión de los más pobres.

El cierre del ciclo escolar pasado dejó importantes aprendizajes entre los que destacan la necesidad de amplio diálogo nacional sobre el modelo educativo en contexto de pandemia, que por lo expresado por la OMS tendrá oleadas de nuevos contagios, confinamientos y escenarios adversos en todos los países.

Lamentamos profundamente la falta de escucha y autoengaño de las autoridades educativas que no están reconociendo las profundas brechas de desigualdad en México, ni atendiendo las recomendaciones internacionales. “Ya nos enfrentábamos a una crisis de aprendizaje antes de la pandemia”, afirmó el Secretario General de las Naciones Unidas, António Guterres, el pasado 5 de agosto, “Ahora nos enfrentamos a una catástrofe generacional que podría despilfarrar un potencial humano incalculable, socavar décadas de progreso y agravar las desigualdades más arraigadas”.

Destacando las siguientes recomendaciones:

  1. Eliminar la propagación del virus y formular planes integrales para la reapertura de los centros escolares
  2. Proteger la financiación de la educación y colaborar para atenuar las repercusiones negativas
  3. Incrementar la resiliencia de los sistemas educativos con miras al desarrollo justo y sostenible
  4. Replantear la educación y dinamizar el cambio positivo en materia de enseñanza y aprendizaje, destacando que “Las soluciones deben abordar las pérdidas en materia de aprendizaje, evitar el abandono escolar, en particular de los más marginados, y velar por el bienestar social y emocional de alumnos, profesores y demás personal docente. Entre otras prioridades figuran la mejora del apoyo que se presta a la profesión docente, la supresión de las barreras que estorban la conectividad, la inversión en tecnologías digitales y la flexibilización de los itinerarios de aprendizaje”

Niñas, niños y personas jóvenes ya no veían televisión, sus interacciones de comunicación en 8 de cada 10 casos es a través de dispositivos móviles. El 50% de las viviendas no cuentan con computadora, ni acceso a internet. Situación que esta siendo evadida por las autoridades educativas, quienes no han respondido a los llamados internacionales y nacionales para construir un modelo educativo acorde con el contexto de pandemia, lo que permitiría reducir el impacto negativo en el proceso de aprendizaje, empatizar con las dinámicas familiares, escuchar a maestras y maestros que están buscando adaptarse a la dinámica traída por el confinamiento. Es pertinente recordar que los años previos, aproximadamente 800 mil adolescentes abandonan anualmente sus estudios al no poder continuar con la educación media superior, lo cual puede incrementarse y alcanzar a más del 10% de la población estudiantil, principalmente mujeres adolescentes y jóvenes, que se verán obligadas al abandono escolar.

Desde #REDIM hacemos un llamado a que el Sistema Nacional de Protección Integral de Niñas, Niños y Adolescentes (SIPINNA) que es el mecanismo de coordinación de la política pública, sesione de manera urgente para que sea en conjunto con la Secretaría de Salud, la Secretaría de Bienestar Social, la Secretaría del Trabajo, la Secretaría de Hacienda y el Sistema DIF Nacional, para que ofrezcan una forma articulada y estratégica, considerando la problemática que surgirá relacionada con la ausencia de conciliación del mundo laboral con la dinámica familiar y escolar.

En esto momento, donde se han comenzado a reabrir sectores económicos en medio de la pandemia para que miles de trabajadoras y trabajadores regresen a laborar, está representando que niñas y niñas, aun en confinamiento, no cuenten con los espacios de apoyo o con las redes solidarias de la comunidad educativa, pues estas se encuentran distantes, abriendo la posibilidad de que se queden solos, ya que no habrá forma de que sean acompañados por papá, mamá o sus tutores, en el proceso de aprendizaje que se va a transmitir mediante la radio y televisión, afectando profundamente su aprovechamiento y rendimiento escolar, e incrementando las exclusiones sociales de mujeres adolescentes y jóvenes, que por la cultura machistas serán forzadas a asumir tareas de cuidado, trabajo doméstico y acompañamiento escolar ante la imposibilidad de que las personas adultas continúen con teletrabajo u otras formas de flexibilidad laboral.

Seguimos insistiendo en la alarmante violación de la Ley General de Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes, que obliga a que participen en los temas que les afectan y su opinión debidamente tomada en cuenta. La SEP continúa ignorando a 30 millones de niñas, niños y adolescentes en el país. Las 20 conferencias diarias que ofreció el Secretario de Educación, Esteban Moctezuma Barragán, ninguna fue dirigida a las niñas y niños y adolescentes, quienes son los usuarios directos del sistema educativo. No se puede seguir tomando decisiones que les afectan directamente a niñas, niños y adolescentes pensando solamente en personas adultas: mamás, papas y personal docente. Se tienen que tomar en cuenta y hablarle a niñas y niños como lo establece la ley.

Aún con el escenario tan adverso, desde #REDIM estamos ciertos que es posible y urgente actualizar de forma participativa el modelo educativo híbrido, y ampliar la alfabetización digital:

  • Priorizar la transformación del sistema educativo hacia un modelo basado en competencias y habilidades de aprendizaje, subrayando la importancia del respeto a las identidades, desarrollo de habilidades sociales y emocionales que fortalezcan sus relaciones a nivel personal, familiar, comunitaria y con el entorno a través de la cultura de paz.
  • Involucrar a las y los docentes en el desarrollo de contenidos educativos televisados, y vincularlos activamente con el Sistema Público de Radio y Televisión.
  • Ampliar de forma urgente los servicios de conectividad a través de internet gratuito para ampliar el servicio wifi en los sectores de población más excluidos, especialmente en las geografías de difícil acceso.
  • Promover un protocolo de alerta de prevención del abandono escolar, impulsando un programa específico de seguimiento a casos y respuestas institucionales para su permanencia en el sistema educativo.
  • Con el propósito de maximizar las tasas de reinscripción, eliminar, en lo posible, los obstáculos al ingreso, como la matrícula escolar y otros gastos (uniformes, etc.)
  • Vincular a las familias con mayor exclusión a los programas públicos de asistencia y priorizar a las becas escolares en este segmento de población.

Aperturar el respaldo legal y acompañamiento de la SEP a los modelos emergentes de “homeschooling” para las familias que decidan la educación en casa, cuidando mantenerles vinculados al sistema educativo nacional.

  • Ofrecer estímulos fiscales a escuelas particulares y familias usuarias para lograr la mayor permanencia posible de sus alumnas y alumnos para evitar colapsar las escuelas públicas.
  • Poner en marcha programas a gran escala para el desarrollo de competencias y habilidades aprendizaje; especialmente en aquellos que no se logró contacto durante el cierre de escuelas a fin de evitar se agudicen las desigualdades ; haciendo ajustes para facilitar el acceso de la niñez con discapacidad.
  • Llevar a cabo una evaluación pública de los riesgos para el retorno a las escuelas y capacitar al personal docente y autoridades escolares sobre el contagio de COVID19 y los ajustes razonables en las escuela para evitar la discriminación y estigmatización, en particular en la aplicación de los métodos de asistencia escalonados, modelos combinados de horarios parciales o adaptados para el regreso a la escuela, procesos de remisión en casos de enfermedad, filtros escolares, así como en la preparación en caso de futuros cierres.
  • Invertir en infraestructura de agua potable, saneamiento e higiene a fin de mitigar los riesgos, y capacitar al personal docente en temas de bioseguridad escolar.

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