Durante el confinamiento a causa del virus SARS-CoV2, se han incrementado los casos en que uno de los padres se lleva a los hijos sin autorización de la otra parte, los esconde y se incurre en manipulación parental.

La sustracción de menores y la alineación parental no es asunto insignificante. Al menos 73 por ciento de una población de delincuentes mexiquenses que estuvo bajo análisis de especialistas, demostró  que el origen de quiebre de sus emociones se dio cuando eran niños y fueron manipulados por uno de sus padres.

Así lo destacó el especialista en seguridad integral, análisis de riesgos y manejo de crisis, Hiram Ríos Kuri, en entrevista exclusiva  con el notario público número 125, Jorge Ramos Campirán, en su programa La Hora del Notario que se transmite por COMUNICADORESMX.

Explicó que cuando una pareja se separa o divorcia, y en medio de la discusión de los adultos quedan los hijos, uno de los padres aprovecha para quedar bien con ellos y poner en mal a la otra parte, generando sentimientos encontrados en los niños que necesitan a sus dos progenitores para su desarrollo.

A veces, dijo,  la manipulación es tan sutil que no es detectada fácilmente por los periciales en psicología cuando tienen que resolver casos de sustracción de menores, delito que se ha presentado sobre todo en estos tiempos de pandemia.

“Un niño que crece con este tipo de manipulación es un niño que no termina siendo una persona feliz. Es un niño que no termina siendo un ciudadano productivo, no produce absolutamente nada, crece con mucho coraje, con mucho encono, con mucho rencor, y ellos no lo saben, no saben por qué, pero se lastiman a sí mismos  y lastiman a alguien más cuando son adultos”, expresó.

Agregó que “cuando logramos rescatar a un menor, a través de establecer la paz para que un niño pueda ver a su papá y a su mamá, que pueda convivir con los dos, es un acto también de prevención de muchas tragedias: puede ser un embarazo prematuro, un suicidio inclusive, puede ser un futuro delincuente, un estafador”.

El también asesor jurídico del Poder Judicial de la Ciudad de México refirió que durante la pandemia por la Covid-19, se han incrementado los casos en que uno de los padres se lleva a los hijos sin autorización de la otra parte y los esconde y se incurre en esta manipulación parental.

“Las distorsiones y lo que se le inculca a un niño en edad infante trasciende en su edad adulta y muchas de las distorsiones, delitos, suicidios, desviaciones emocionales nace cuando somos niños. Es decir, tener un niño en casa implica una enorme responsabilidad. No solo es el niño, es el futuro ciudadano y tiene unas implicaciones muy intensas”.

El juicio de controversia de violencia familiar, de acuerdo con el artículo  4.200 del Código Civil del Estado de México, establece que cuando hay manipulación, cuando uno de los progenitores evita la convivencia de los hijos con su otro padre, de manera automática se le retire la guardia y custodia respectiva.

Ríos Kuri  dijo que siempre se busca proteger al menor, por lo que en estos casos generalmente se elabora una estrategia que permita al niño la convivencia con sus dos padres. A veces, dijo,  es necesario interponer  una denuncia penal por el delito de sustracción del hijo, porque no se respeta el interés del menor.

En ese contexto, señaló que el juicio de controversia de violencia familiar en el Estado de México es muy particular, ya que la legislación en la materia es muy buena, observó.

Mencionó que además se cuenta con el juicio de controversia sobre la  modificación de la guardia y custodia del menor,  y se puede llegar hasta la pérdida de la patria potestad del padre o madre que obstaculice que el hijo tenga contacto con la otra parte, pero siempre se tiene que respetar el bien superior de los hijos.