Los índices inflacionarios que afectan a las principales economías mundiales y a las menores son enfrentados a través de diversas políticas económicas para evitar su descontrol, dañando entre otros a los deudores de productos financieros tales como tarjetas de crédito.

Por Claudio Jaime Batlle

El fin de semana Banco de México informó en su sitio web que su Junta de Gobierno decidió incrementar en 75 puntos base el objetivo para la Tasa de Interés Interbancaria a un día, llegando a 8.50% con efecto al 12 de agosto, la mayor alza desde el 2008.

La escalada en las medidas para desincentivar el consumo no ha cesado desde el 24 de febrero del 2021, cuando la tasa se encontraba en el 4.00%, a la fecha esta ha sido la décima ocasión en que Banxico la ajusta a la alza.

Banxico ha utilizado esta medida desde la crisis del 2008 ya hace catorce años, cuando la referencia se encontraba en 8.25%, la segunda ocasión que este pico alcanzo ese punto fue el 20 de diciembre del 2018 y en esta ocasión rompe ese umbral al llegar al 8.50%, los puntos más bajos sucedieron entre el 6 de junio del 2014 (3.00%) y el 17de diciembre del 2015 (3.25%).

La base de Banxico para esta medida refiere la actividad económica mundial debilitada durante el segundo trimestre, así como los indicadores oportunos que sugieren que esto continuaría en el tercer trimestre.

Asimismo, destacó que la inflación global siguió aumentando, alcanzando nuevamente en algunos casos su mayor nivel en décadas, en un entorno donde persisten desbalances entre la demanda y la oferta en diversos mercados y con precios aún elevados en alimentos y energéticos.

Enfatizando que esto continúa generando expectativas de una reducción acelerada del estímulo monetario a nivel global. Las condiciones financieras se mantuvieron contraídas y el dólar continuó fortaleciéndose.

En su decisión más reciente, la Reserva Federal de Estados Unidos aumentó el rango objetivo para la tasa de fondos federales en 75 puntos base por segunda vez consecutiva y anticipó futuros incrementos.

La creación de empleos en ese país se aceleró a inicios del tercer trimestre y, si bien la última cifra de inflación en dicha economía mostró moderación, aún se mantiene elevada. A su vez, un amplio número de otros bancos centrales continuaron incrementando sus tasas de referencia, algunos en mayor magnitud a lo previsto.

Reiterando que de entre los riesgos globales destacan los asociados a la pandemia, la prolongación de las presiones inflacionarias, el agravamiento de las tensiones geopolíticas y mayores ajustes a las condiciones económicas, monetarias y financieras.

El Efecto en su Bolsillo

Como mencione en mi artículo, Peligro económico para México, este tipo de acciones las toman los bancos centrales durante periodos de presiones inflacionarias con el objeto de desincentivar el gasto de los consumidores, así como fomentar el ahorro ya que por ello los intereses de quienes mantienen su dinero en el banco, les reditúan mayores rendimientos.

Sin embargo, esto no puede ser sostenido durante mucho tiempo ya que genera daño colaterales a la economía afectando la capacidad de invertir del sector empresarial, así como el encarecimiento de los préstamos al consumo, tales como hipotecas y tarjetas de crédito entre otros productos bancarios, provocando estancamiento de la economía en general y por tanto los pagos que usted debe efectuar en sus compromisos financieros como los anteriormente mencionados, tarjeta de crédito, hipotecas etc., también se elevan.

Es probable que el escenario de inestabilidad financiera permanezca por más tiempo del esperado por lo que establecer medidas para saldar la totalidad de sus deudas lo más pronto posible, le ayudará a mantener su economía a flote y evitar que los pagos de ellas consuman sus ingresos.

Ante situaciones de esta naturaleza y por su salud financiera recuerde, no compre lo que no necesita y no gaste más de lo que gana.