jueves, marzo 28, 2024

Entendida como la compra innecesaria de productos que generan placer psicológico y deterioro financiero.

Por Claudio Jaime

Ahora que esta por finalizar el 2021 y han quedado atrás eventos como “El Buen Fin”, el “Black Friday” o el “Cyber Monday”, quizá usted sea alguno(a) de las miles de personas que participó en ellos haciendo uso de sus ahorros, aguinaldo o crédito y también es probable que alguno de esos artículos que compró los haya obtenido más por deseo que por necesidad, esa es la base del consumismo hacerlo reaccionar ante impulsos generados en su entorno, para crear en usted la “necesidad” de comprar y sentirse “satisfecho”.

Otro de los aspectos relevantes de este fenómeno refiere al compromiso de los recursos naturales y de economías estables en el mediano y largo plazo, ya que este desequilibrio comercial entre la oferta y demanda provoca que el riesgo de un desabasto parcial o generalizado suceda.

Así mismo, esta anomalía socio económica se desprende de la capacidad de las personas para comprar artículos más allá de sus necesidades reales, las cuales son meramente relativas ya que cada individuo lo experimenta de forma distinta.

Uno de los aspectos a subrayar del consumismo es la sobre clasificación de bienes no esenciales que generalmente se ofrecen como versiones “mejoradas” de los bienes básicos. Ubicando en esta categoría: alimentos, ropa, habitación, servicios, información, comunicación y entretenimiento.

Para evitar ser objeto de este fenómeno socioeconómico le resultará muy útil conocer dos conceptos: No compre lo que no necesita y no gaste más de lo que gana.

Para distinguir el primero, No compre lo que no necesita, diferenciar como idealmente sucede el proceso de una compra podría ayudarle a decidir.

En cuanto al segundo concepto, No gaste más de lo que gana, considere lo siguiente:

Consumos dentro de su presupuesto.

Esta regla se rompe cuando usted hace uso de su tarjeta de crédito para cubrir gastos cotidianos como el pago de la renta, la luz, el agua o la despensa, va a restaurantes y de vacaciones pagando con la tarjeta de crédito y al día del corte no cubre el total del saldo, lo que le genera intereses que se suman a la deuda acumulada.

Este estilo de vida normalmente genera “bolas de nieve” que van creciendo conforme aumenta su deuda, si no aplica soluciones oportunas para dejar de endeudarse, tales como empezar a pagar y cambiar el modo de consumos, esas “bolas de nieve” terminan en avalanchas que se llevan bienes embargados o en el peor de los casos la libertad del endeudado.

Conocer su límite de crédito.

Considere muy meticulosamente qué porcentaje de sus ingresos puede destinar al pago de las cuotas de sus deudas (todas) para no endeudarse por encima de sus posibilidades.

Analice cuál es el total por el que se puede endeudar para realizar puntualmente sus pagos. Como consejo sugiero que ese pago no pase del 35% de sus ingresos netos.

Y no lo olvide, no compre lo que no necesita ni gaste más de lo que gana.

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