Un grupo de trabajadores de Coprisem denunció presiones para firmar su renuncia.

La mañana de este viernes, un grupo de trabajadores de la Comisión para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Coprisem) se comunicó con Toño Monroy, secretario de la sección 35, valle de Toluca del Sindicato de Trabajadores del Sistema Nacional Salud (STSNS) y conductor de Así, Sin Anestesia de la plataforma comunicadoresmx para darle a conocer los abusos laborales que en ese momento se registraban en la oficinas de esa instancia gubernamental.

“Nos están obligando a firmar la renuncia, casi nos toman la mano con una pluma para que firmemos sin que nos den a conocer el motivo”, fueron las palabras de uno de los verificadores sanitarios, que junto con al menos diez trabajadores estuvieron encerrados durante varios minutos en las oficinas de la Coprisem.

En este sentido, Toño Monroy explicó que el único facultado para solicitar una renuncia es el secretario de Salud a nivel federal, pero además, “no existe ninguna justificación para cesarlos y lo único que están haciendo es transgredir sus derechos laborales”.

Ante las denuncias de los trabajadores sanitarios, el dirigente sindical solicitó audiencia en la Dirección de Recursos Humanos de la Secretaría de Salud pero la respuesta fue que sólo se atiende en estos momentos de pandemia por videoconferencia con cita anticipada.

Además, explicó, se les privó de su libertad por unos minutos al mantenerlos encerrados en el edificio donde despacha el titular de Coprisem Santiago Ramos Millán Pineda, quien por cierto se negó a recibir a alguno de los trabajadores hostigados y decidió salir de manera apresurada en una camioneta para evitar ser abordado por los inconformes.

“Apenas llegamos y el comisionado salió de inmediato sin explicar la razón de porqué se les estaba coaccionando a los trabajadores. Hay una cerrazón al diálogo e incluso hubo algunos jaloneos entre guardias auxiliares de seguridad y los inconformes”.

Debido a que se comenzaban a “calentar los ánimos”, tuvieron que llegar al lugar policías municipales de Toluca y del gobierno del estado de México para controlar la situación que, afortunadamente, no pasó a mayores.

Cabe destacar que al menos dos personas fueron obligadas a presentar su renuncia en un acto de total ilegalidad, cuando se trata de trabajadores de base.

La situación que se empezaba a salir de control en el “bunker de la corrupción”, como califica Toño Monroy al edificio de Coprisem, se tranquilizó bajo el pretexto de la llegada de equipo de sanitización.