martes, abril 16, 2024
DEUDAS ADICTIVAS

Desconocer por descuido cuáles son sus límites de crédito y suponer que mantiene una fuente de ingresos infinita e inagotable lo podría llevar al peligroso camino de endeudarse por método antes de razonar sus compras.

Por Claudio Jaime Batlle 

No considerar como principio básico la utilidad de sus compras lo hará gastar dinero en artículos que realmente no necesita y que al intentar deshacerse de ellos las probabilidades de que recupere lo que gasto sean mínimas.

Por ello La Condusef le recomienda como forma de no poner en peligro su economía personal analizar detenidamente la administración de sus ingresos, así como la de sus egresos, dicho en otras palabras, lo que compra o bien lo que paga.

El primer paso contra la adquisición de deudas de manera adictiva es aceptar que las tiene, así como un adicto reconoce que lo es, y que hay que liquidarlas de la mejor manera posible, ésta es la principal y puede ser la decisión más difícil para evitar quedar en la quiebra.

Una de las razones por las que quizá le es difícil dejar de endeudarse es por intentar complacer a otros, no obstante “comprar” compañía, atención, cariño o respeto, no tiene buenos resultados por lo que debería considerar el uso de la palabra, NO.

La adicción a las deudas es una tendencia que se ha vuelto popular en México como resultado de que en todo el país se cuenta con una baja o nula educación financiera, así como por el miedo y la incertidumbre que ha causado la pandemia por COVID-19, esa incertidumbre guía a quienes padecen esta falta de razonamiento lógico a comprar para satisfacer necesidades ilusorias.

Sin embargo, aunque dentro de la cabeza del deudor se encuentre el argumento, “Pues si me muero, antes ya disfrute” le recuerdo que después de haber fallecido sus deudas serán pagadas por alguien.

Es una realidad: mientras que el deudor, principalmente el de tarjeta de crédito, no tenga conciencia de que sus deudas pueden convertirse en un problema, en la medida en que siga gastando, sus finanzas personales pueden verse seriamente amenazadas especialmente si no se toman las medidas correctas.

Uno de los métodos más utilizados para cubrir una deuda es pedir prestado ya sea a través de instituciones financieras, casas de empeño o recurrir a prestamistas o agiotistas estos últimos no ofrecen contratos firmados, ni garantía de que se respetarán los acuerdos verbales, por lo que la persona que pidió el dinero terminará pagando más de lo pactado.

La presión por contar con dinero en efectivo para cubrir imprevistos no debe de conducirlo a tomar medidas que pongan en peligro la estabilidad de sus finanzas personales, por ello recomiendo que para hacer frente a esta clase de inconvenientes cuente con ahorros para emergencias, o bien adquiera créditos en condiciones favorables para usted y su economía.

En el caso particular de quienes reciben ingresos vía nomina bancaria, ya sea funcionarios gubernamentales o trabajadores de empresas que utilizan este sistema de pago el instrumento recomendado para cubrir este tipo de necesidades son los créditos de nómina destacando la facilidad para acceder a ellos, pero antes de recurrir a ese préstamo considere lo siguiente:

Si usted hace uso de su crédito de nómina para cubrir sus gastos corrientes está agregando un problema a sus finanzas: Primero, el dinero no es de usted, es del banco y se lo está prestando con un costo, ese costo se llama interés; Segundo que ese préstamo podría serle más útil en un momento de mayor necesidad.

Como consecuencia si requiere efectivo en una situación de emergencia tendrá que usar un segundo préstamo, disminuyendo su ingreso quincenal e incrementando el pago de intereses.

Recuerde que el sistema de banca electrónica cuenta con la facilidad de poder acceder a un préstamo a cualquier hora del día, los 365 días del año, y así usted dispondrá de inmediato de ese dinero, en su tarjeta de débito, para enfrentar una emergencia, por lo anterior, NO acceda a los créditos o préstamos a los que tiene derecho sin un motivo de verdadera urgencia.

El ahorro es una parte muy importante de una economía personal fuerte ya que permite enfrentar imprevistos o poder obtener los bienes o servicios que se requieren sin afectar la economía familiar o personal.

Los expertos en general recomiendan ahorrar el 10% de los ingresos quincenales, destinando el 90% restante para rubros tales como: Educación, Vivienda, Alimentación, Transporte, Entretenimiento, Pago de deudas y Salud.

 

Y no lo olvide, no compre lo que no necesita y no gaste más de lo que gana.

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