El 7 de noviembre de 1907 un tren cargado de dinamita se dirigía al pueblo de Nacozari.
Uno de los vagones se incendió y Jesús García Corona, un joven maquinista de 26 años, tomó el control sacando el tren del pueblo salvando la vida de cientos de personas y sacrificando la propia. Desde entonces a Jesús García se le conoce como El Héroe de Nacozari. La locomotora incendiada había sido construida por la compañía Porter of Pittsburg, Pennsylvania tan sólo seis años antes y ese día llevaba dinamita para la mina de Pilares a sólo cuatro kilómetros de Nacozari en Sonora. La explosión se escuchó a casi veinte kilómetros de distancia y el cuerpo de Jesús García, lanzado por el frente de la máquina, fue identificado sólo por sus botas. Ese día murieron 12 personas más que estaban cerca de la vía del tren, pero se salvaron los habitantes del pueblo completo por la oportuna acción de Jesús García. A partir de 1944 por decreto presidencial, ese día se conmemora en México el Día del ferrocarrilero.