El 9 de septiembre se celebra el Día Mundial de la Agricultura, una actividad de gran importancia para el desarrollo sustentable de las naciones en el mundo.
Mención especial merece el esfuerzo de los pequeños, medianos y grandes productores del campo, dedicados al cultivo de la tierra para la producción de alimentos de calidad para la población. Con ello se reconoce su ardua labor en la producción de alimentos, a pesar de las vicisitudes generadas durante la pandemia por COVID-19.
La creación de esta efeméride sirve para divulgar los retos que debe enfrentar el sector agrícola ante el cambio climático en el planeta y otros factores ambientales, así como los nuevos patrones de consumo.
Por otra parte, promover el estudio, desarrollo e innovación de la agricultura y su impacto en el medio ambiente, para el beneficio de futuras generaciones.
¿QUÉ ES LA AGRICULTURA?
Entendemos por agricultura el conjunto de actividades relacionadas con el cultivo de la tierra y el tratamiento del suelo mediante la intervención del hombre para la producción y obtención de:
Alimentos (verduras, vegetales, frutas, cereales, tubérculos, granos) para el consumo humano.
Fibras (lino, algodón) utilizadas para la confección de prendas de vestir. • Pastos, semillas y forrajes para alimentar al ganado, aves de corral y domésticas.
Cultivos energéticos (maíz, soya) utilizados en la producción de bio-combustibles.
Productos químicos (etanol, plásticos, almidón, azúcar).
Productos biofarmacéuticos y drogas legales.
En la actualidad en varios países se utilizan técnicas e innovaciones aplicadas a la tecnología para el labrado y cultivo de la tierra, así como para efectuar los controles pertinentes para una mejor calidad de los productos agrícolas.
ORÍGENES DE LA AGRICULTURA
Se estima que las actividades de agricultura se originaron durante el periodo del neolítico, constituyendo una evolución de las actividades de recolección, caza y pesca. Se evidenciaron en los primeros cultivos de trigo y cebada, siendo labores efectuadas por las familias para su propio sustento.
Ya en la edad media se aplicaron algunas innovaciones, mediante nuevas formas de producción, incrementando las cosechas y la variedad de productos agrícolas.
En la actualidad el sector agrícola dispone de maquinaria y tecnología de punta que facilita las labores de labranza, cultivo y cosecha, aumentando considerablemente los niveles de producción y la calidad de sus productos, satisfaciendo las necesidades de consumo de las familias a nivel mundial.