sábado, abril 20, 2024
Eclipse total de Luna que no se repite hasta 2025

Será visible en México a partir de las 5 AM del martes 8 de noviembre. La siguiente vez que se pueda observar un fenómeno igual, será en 2025.

Por segunda vez en 2022, los observadores del firmamento tendrán la oportunidad de ver un eclipse lunar total este martes 8 de noviembre. Al menos una parte del fenómeno será visible en todo el este de Asia, Australia, el Pacífico y América del Norte. El eclipse lunar total anterior ocurrió en mayo.

Según Alphonse Sterling, astrofísico del Marshall Space Flight Center de la NASA en Huntsville, Alabama, los eclipses lunares totales ocurren aproximadamente una vez cada año y medio en promedio. Si bien la Luna ha brindado generosas oportunidades para ver eclipses este año, los espectadores deben aprovechar el eclipse de noviembre porque el próximo eclipse lunar total ocurrirá hasta 2025.

El Instituto Nacional de Astrofísica, Óptica y Electrónica (INAOE) dio a conocer que el eclipse se podrá observar en México a partir de las 05:00 horas.

Un eclipse lunar se produce cuando el sol, la tierra y la luna se alinean de manera tal que la Luna atraviesa la sombra de la Tierra.

Nuestro satélite natural se sitúa dentro de la parte más oscura de la sombra de la Tierra, llamada umbra. Cuando la luna está en la umbra adquiere un tono rojizo.

Los expertos aseguran que el eclipse lunar se puede observar a simple vista, pero se pueden usar un par de binoculares o un telescopio para mejorar la vista.

Otra característica de un eclipse lunar total es el tono rojo de la Luna durante la totalidad. El color rojo se produce debido a la refracción, el filtrado y la dispersión de la luz por la atmósfera de la Tierra. La dispersión es un fenómeno llamado dispersión de Rayleigh, llamado así por el físico británico del siglo XIX Lord Rayleigh.

La dispersión de Rayleigh es también la razón de los amaneceres y atardeceres rojos. La luz del Sol choca con los gases de la atmósfera terrestre y, debido a su longitud de onda más corta, la luz azul se filtra, pero la luz roja no se dispersa fácilmente debido a su longitud de onda más larga. Parte de esa luz roja se refracta, o se desvía, a medida que atraviesa la atmósfera de la Tierra y termina brillando en la Luna con una luz roja fantasmal. El grado de enrojecimiento de una Luna completamente eclipsada puede verse influenciado por las condiciones atmosféricas resultantes de erupciones volcánicas, incendios y tormentas de polvo.

Fuente: Gaceta UNAM

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