El 1 de agosto de 1968 el rector de la UNAM, Javier Barros Sierra, encabeza una manifestación que reúne a más de ochenta mil participantes, la cual recorrió Avenida Insurgentes, Félix Cuevas y Avenida Coyoacán.
Regresó por Avenida Universidad. En ese punto, ofreció un mensaje, en el que manifestó su inconformidad por la violación a la autonomía de la Máxima Casa de Estudios; así como por los hechos violentos contra los estudiantes.
Se le ha considerado como un hombre adelantado a su época, debido a su lucidez intelectual. Por lo anterior, fue reconocido como hombre profundo y de visión creadora.
En el 2010, el Senado de la República le otorgó, de forma póstuma, la Medalla Belisario Domínguez por su labor en defensa de la autonomía y la soberanía de la Universidad Nacional Autónoma de México.