El 18 de abril de 1847 se libra la Batalla del cerro del Telégrafo (Cerro Gordo) contra los invasores norteamericanos; Santa Anna sigue los pasos de quienes le abandonan.

En 1833 nace la Sociedad Mexicana de Geografía y Estadística, primera sociedad científica en América.

En 1965 falleció en Puebla el inventor de la televisión a color: Guillermo González Camarena, quien realizó estudios de ingeniería en el Instituto Politécnico Nacional. En 1940 patentó sus sistema para transmitir la señal de televisión a color y en 1945 realizó las primeras transmisiones en el cine Alameda. Logró que le concedieran el canal 5. Su lealtad con el país  lo llevó a rechazar una importante inversión económica procedente de Estados Unidos y prefirió integrarse a la empresa Telesistema Mexicano. En 1963 realizó la primera transmisión con su sistema cromático. Los primeros éxitos internacionales los obtuvo durante la retransmisión de las Olimpiadas de Japón en 1964. También fue un astrónomo aficionado y un amante del folclore mexicano. A los 48 años un accidente automovilístico terminó con su vida.

Otro científico de renombre y el más popular del siglo XX, Albert Einstein, fallece en 1955 en Princeton, tan sólo acompañado de su enfermera. Una de sus máximas aportaciones es la teoría de la relatividad, punto de partida de la física moderna, con su famosa ecuación E = mc². Criticado por su lento aprendizaje en la niñez, el científico nacido en Alemania y naturalizado suizo y estadounidense fue reconocido en la edad adulta con el Premio Nobel de Física en 1921 por sus trabajo sobre el movimiento browniano y su interpretación del efecto fotoeléctrico.

Condenó públicamente la participación de Alemania en la primera guerra mundial y se dedicó a actividades pacifistas. Como consecuencia viajó a Estados Unidos en donde trabajó en el Instituto de Estudios Superiores en Princeton, Nueva Jersey. En 1939 con otros físicos enviaron una carta al presidente Franklin D. Roosevelt pidiéndole que fuese creado un programa de investigación sobre las reacciones en cadena. Esta carta logró acelerar la fabricación de la bomba atómica. En 1945, cuando ya se sabía de la existencia de la bomba, Einstein volvió a escribir al presidente para convencerle de que no utilizase el arma nuclear, sin respuesta positiva.

Tras las explosiones de Hiroshima y Nagasaki, Einstein, junto con otros científicos buscaban formas de impedir el uso en el futuro de la bomba y propuso la formación de un gobierno mundial a partir de lo que serían las Naciones Unidas.