jueves, abril 18, 2024

El ahorro es fundamental tanto para enfrentar emergencias económicas, como para lograr objetivos a mediano o largo plazo, relacionándose estrechamente con el bienestar financiero.

Por Claudio Jaime

La Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) publicó en su sitio web el estudio “El ahorro en México: productos, instrumentos y evolución”, el cual presenta las principales características y determinantes sociodemográficos del ahorro en México, utilizando los datos de la Encuesta Nacional de Inclusión Financiera (ENIF) 2018, así como los provenientes de las ediciones de 2012 y 2015.

Entre los principales hallazgos del estudio se encontró que:

  • Durante el periodo de 2012 a 2018, el ahorro activo se incrementó en 17 puntos porcentuales, al pasar de 51 a 68 por ciento de la población adulta.
  • El ahorro activo se encontró asociado de forma positiva con vivir en localidades urbanas, poseer una mayor escolaridad, tener un empleo formal, recibir un mayor salario, ser hombre y tener entre 18 y 29 años.
  • El ahorro en instrumentos informales creció en 20 porciento, entre 2012 y 2018, al pasar de 44 a 63 por ciento de la población adulta.
  • En México, siete de cada 10 personas adultas ahorran, especialmente a través de instrumentos informales, como el ahorro en casa.
  • Se observó que contar con ingresos altos, realizar un presupuesto mensual y la tenencia de productos financieros formales son factores que se relacionan positivamente con el ahorro.

El informe detalla que se utilizó un modelo econométrico probabilístico para encontrar las variables sociodemográficas que determinan el ahorro en instrumentos formales e informales, la tenencia de cuentas y el uso de tarjeta de débito los determinantes sociodemográficos del ahorro. Entre los principales hallazgos se encuentran:

  • El ingreso alto es una de las variables más relevantes, ya que esta condición aumenta en 17 por ciento la probabilidad de ahorrar en instrumentos informales, 9 por ciento en instrumentos formales, 6 por ciento de tener alguna cuenta, y 7 por ciento la probabilidad de usar la tarjeta de débito.
  • El ahorro informal y el ahorro formal no son excluyentes, pues el ahorro informal aumenta la probabilidad de ahorro formal en un 8 por ciento. Se reveló que el empleo formal aumenta la probabilidad de posesión de una cuenta en 40 por ciento y de usar una tarjeta de débito en 20 por ciento; asimismo, tener contratado algún crédito formal y llevar un presupuesto aumentan la probabilidad de tener ahorro formal en 10 y 7 por ciento, respectivamente, e informal en 8 y 10 por ciento, respectivamente.
  • El hecho de vivir en una localidad urbana también incide positivamente en la probabilidad de usar la tarjeta de débito en 8 por ciento. Además, se notó que ser mujer aumenta la probabilidad de la tenencia de cuenta en 10 por ciento, lo que posiblemente está influenciado por la distribución de apoyos del Gobierno a través de cuentas.
  • Finalmente, el sobregasto actúa como una barrera para el ahorro formal e informal, ya que disminuye su probabilidad en 9 y 10 por ciento, respectivamente, así como para la tenencia de alguna cuenta en 3 por ciento y uso de tarjeta de débito en 4 por ciento.

Como resultado del estudio la CNBV considera que el ahorro resulta fundamental tanto para afrontar emergencias económicas, como para lograr objetivos a mediano o largo plazo, lo cual está estrechamente relacionado con el bienestar financiero.

La CNBV detallo que, en marzo de 2020, el Consejo Nacional de Inclusión Financiera (CONAIF) y el Comité de Educación Financiera (CEF), de los que forma parte la CNBV, emitieron la Política Nacional de Inclusión Financiera.

Señalando que uno de los objetivos de esta Política es generar información e investigación para identificar las barreras y áreas de oportunidad en la inclusión financiera de la población, toda vez que se considera que es fundamental para generar políticas públicas e intervenciones de mercado basadas en evidencia.

Y no lo olvide, no gaste más de lo que gana.

Notas Relacionadas