miércoles, abril 24, 2024

“Al igual que a mi hijo nos robaron la vida, nos la destrozaron, porque el Poder Judicial en lugar de distribuir justicia, se encarga de obstaculizarla”.

Por Gabriela Landetta

Madres, hermanas, abuelas… Ellas, inquebrantables guerreras…Ellas, ejemplo de lucha… Ellas, fortaleza y convicción… Ellas, clamando por los injustamente presos… Ellas: madres, hermanas, abuelas… ellas se raparon, abandonaron sus cabelleras para que los ojos de la justicia se dignen a verlas; para que las miradas internacionales observen con atención que en tierras mexiquenses no se cumple con la Ley de Amnistía.

“Al igual que a mi hijo nos robaron la vida, nos la destrozaron, porque el Poder Judicial en lugar de distribuir justicia, se encarga de obstaculizarla”, exclama Marta Aldama Alvarado. Su hijo, Pedro Alexandre Fonseca Aldama, lleva tres años en el penal de Santiaguito acusado de homicidio, crimen que no cometió y a pesar de las pruebas que así lo demuestran, continúa encarcelado.

Sara Sosa García fue la primera de 25 mujeres que como muestra de amor hacia sus familiares,  decidieron raparse. Tiene 64 años y afirma que seguirá en la lucha hasta que su nieto salga de prisión. Antonio Candelaria fue culpado de extorsión y desde hace seis años permanece recluido también en Santiaguito. Su abuela no quiere morir sin verlo antes en libertad.

Desde hace 15 años,  Alejandro Chávez está recluido en ese mismo penal. Cumple una condena por un  homicidio del que no es culpable. También en este caso existen pruebas que así lo demuestran. Pero la ley intransigente, lo mantienen tras las rejas. Su hermana, María de la Luz Chávez se rapó en señal de lucha por su libertad.

Son apenas tres testimonios, de los miles de casos que hay, de gente inocente que purga sentencias por delitos que no cometieron. A pesar de ser beneficiarios de la Ley de Amnistía del Estado de México, la cerrazón de jueces y magistrados no les permite acceder a ella.

Por eso, por una #AmnistíaQueCumpla, la plataforma Haz Valer mi Libertad en coordinación con el Centro de Derechos Humanos Zeferino Ladrillero, y los familiares de los injustamente presos llevaron la Rebelión de los Nadies justo afuera del Poder Judicial de la entidad, para que sepan que esos “nadies” existen  y exigen justicia para sus padres, hijos, hermanos, nietos.

“Siento que este gran amor que le tengo a mi hijo me trajo aquí, para ser escuchada no solo por el Poder Judicial, sino también por toda la familia mexicana”, expresó Marta Aldama. Y lanzó una advertencia: cualquiera puede vivir una situación similar, pues acusó a las autoridades judiciales de “encontrar gente” solo para subir las estadísticas de que cumplen con su trabajo…

“… El cabello tiene su propio lenguaje y carácter, y de la forma en que sea peinado es sumamente importante. La raya en medio es la alineación de los pensamientos; las trenzas, unidad del pensamiento al corazón. El cabello suelto es seguridad y el recogido, convicción…” se explicó antes de que ellas: madres, hermanas, abuelas, decidieran  en un acto estoico, desprenderse de sus cabelleras, mismas que en las culturas ancestrales tienen un simbolismo más allá de la mera estética. Esta vez fue señal de lucha por los injustamente presos.

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