jueves, marzo 28, 2024

Las enfermedades más comunes entre la población joven son la candidiasis vaginal, el virus del papiloma humano (VPH), sífilis, gonorrea y el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) que pueden causar el síndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA) si no se detecta y trata a tiempo.

Es fundamental que la juventud ejerza su sexualidad de forma segura, responsable e informada, ya que persisten mitos alrededor de las infecciones de transmisión sexual (ITS) y enfermedades de transmisión sexual (ETS), señaló la académica de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEM), Elizabeth Ramírez Medina, quien recomendó una educación a temprana edad respecto a este tema.

Entre dichas desinformaciones, indicó la universitaria de la Facultad de Medicina de la UAEM, destacan que las infecciones y enfermedades de transmisión sexual ocurren exclusivamente a quienes se relacionan con más de una pareja o bien, que tienen diversos encuentros sexuales; sin embargo, la principal razón de contagio es la falta de uso de condón, único método que protege ante padecimientos transmisibles por vía sexual.

Ramírez Medina informó que más del 95 por ciento de los jóvenes deja de utilizar el condón durante el acto sexual si al mismo tiempo hace uso de algún método anticonceptivo, pues le dan más importancia a la prevención de un embarazo que a la de infecciones de transmisión sexual, que también ocurren a través de la boca u otros órganos que estén en contacto con los genitales.

Asimismo, las ITS más comunes entre la población joven son la candidiasis vaginal, el virus del papiloma humano (VPH), sífilis, gonorrea y el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) que pueden causar el síndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA) si no se detecta y trata a tiempo.

La especialista refirió que algunas de estas infecciones pueden detectarse a través de síntomas como ardor, dolor y comezón constantes; sin embargo, precisó que existen otras enfermedades causadas por las ITS como el cáncer cervicouterino que se presentan de manera silenciosa por meses o años.

Por esta razón, puede ofrecerse una educación sexual integral desde las primeras etapas de la vida de las personas que ayuden a prevenir el contagio de ITS o ETS, principalmente en la adolescencia, etapa en la que se inicia con esta actividad, señaló Ramírez Medina, quien es especialista en sexología de la Autónoma mexiquense.

De igual manera, detalló que también se puede recurrir a prácticas de sexo seguro donde se evite el intercambio de fluidos corporales como el uso de juguetes sexuales o juegos eróticos donde el riesgo de infecciones o embarazo es mínimo.

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