sábado, abril 20, 2024

El mindfulness se compone de diversas técnicas y llega a ser una disciplina con múltiples aplicaciones.

Laura Águila Franco                                                          

@laura_aguila

La expresión “mindfulness” se deriva de la unión de dos vocablos del inglés, “mind” que significa mente y “fulness” que significa pleno, por lo que en español se maneja como conciencia plena, atención plena, atención consciente, atención intencional, conciencia inmediata o conciencia del momento, al no contarse con una palabra que concuerde con el significado real. Partiendo en su origen de la Meditación Vipassana (meditación budista que significa ver las cosas como son realmente), destaca el tomar conciencia del momento presente, apoyada en bases científicas que sustentan los beneficios de conectar con el instante vivido, con el aquí y el ahora, para poder comprender en entorno interior y exterior como principio para gestionar las emociones.

En el actual entorno y ritmo de vida, saturado de prisas e innumerables tareas por atender al mismo tiempo, aunadas a las consecuencias generadas por la pandemia, puede concluirse que difícilmente somos conscientes de nuestro aquí y ahora, generando que nos hayamos acostumbrados a funcionar en “modo automático”, y muchas veces sin detenernos a pensar o reflexionar.

Y es precisamente con base en esta realidad que la práctica del mindfulness ha ido adquiriendo significación importante en los ambientes escolares, laborales y también a nivel personal y familiar. Los diversos beneficios de la técnica, así como la sencillez para su aplicación, y su carácter poco invasivo, permiten que cada vez más centros educativos se interesen en aplicar los ejercicios para favorecer los procesos de atención y concentración de las y los estudiantes, brindándoles herramientas y fortalezas que propicien el tomar conciencia de sí mismos, aprender a conocer y manejar sus emociones, desarrollando también empatía, pues es bien conocido que por medio del mindfulness las niñas, niños y adolescentes liberan el estrés lo cual les permite centrarse en el momento presente, lo que se traduce en ser y vivir el aquí y el ahora.

El mindfulness se compone de diversas técnicas y llega a ser una disciplina con múltiples aplicaciones, es esencial iniciar con rutinas sencillas y divertidas para las y los estudiantes, para lograr que se convierta en un hábito de acción, resaltando el hecho de que con la práctica del mindfulness, les favorece para encontrar un “espacio de calma”, libre de estrés en donde puedan entender su entorno y conectar consigo mismos.

Cuando se habla de “conciencia plena”, es valioso considerar que los pensamientos en las personas, surgen habitualmente de eventos que han ocurrido en el pasado, o que imaginamos pueden ocurrir en un  futuro, por lo que practicar mindfulness resulta de gran ayuda a las personas para enfocar sus pensamientos y emociones de manera más imparcial, propiciando que enfrente problemas o situaciones estresantes de manera más racional y efectiva. Considerando que en los centros escolares inclusivos e incluyentes se cuenta con población de estudiantes que tienen diferentes formas de comportarse y aprender, la atención plena coadyuva al manejo de la ansiedad y la impulsividad.

Jud Brewer MD PhD, es Director de Investigación e Innovación en el Mindfulness Center y profesor asociado de Ciencias Sociales y del Comportamiento en la Facultad de Salud Pública y Psiquiatría de la Facultad de Medicina de la Universidad de Brown (Estados Unidos), ha estudiado los mecanismos neuronales subyacentes de la atención plena utilizando fMRI (imagen por resonancia magnética funcional) estándar y en tiempo real, y EEG (electro encefalograma) estimado, sentando las bases científicas para avalar los logros objetivos del mindfulness, desarrollando novedosos programas de atención plena para cambio de hábitos, principalmente en personas que enfrentan dificultades con ansiedad, debido a que se habitualmente los estudiantes que presentan dificultades en las escuelas, por lo general han experimentado situaciones o vivencias que han generado pensamientos negativos, y estas experiencias pueden haber dejado huella disminuyendo la motivación para realizar diferentes acciones. A través del mindfulness se trabaja para apoyar a que se reconozcan esos pensamientos y sentimientos negativos, y trabajar para reemplazarlos por pensamientos positivos.

Si bien la meditación a través del mindfulness no va a transformar a las niñas, niños y adolescentes, y tampoco desparecerá como magia el mal humor, la frustración o las rabietas, si es considerada como una importante herramienta que ha demostrado y lo continúa haciendo, ser efectiva para el manejo de las emociones y por ende, de las relaciones con los demás. La conciencia plena no surgirá de manera natural, se requiere aprender enfocándose principalmente en la respiración y en los procesos de inhalar y exhalar, enfocarse en las sensaciones del cuerpo, de esta forma cuando los niños se dan cuenta de que sus pensamientos van y vienen, y vuelven a enfocarse en su respiración, están desarrollando la concentración, y progresivamente irán identificando sus pensamiento antes de reaccionar al mismo, entonces estarán desarrollando autocontrol. Mientras más estrategias tengan las niñas, niños y adolescentes para manejar sus emociones, desarrollarán más habilidades para afrontar sus retos.

La Clínica Mayo, ubicada en Rochester, Minnesota (Estados Unidos), considera que la atención plena ha mostrado utilidad en varias afecciones de salud, entre ellas el estrés, ansiedad, dolor crónico, depresión, insomnio, presión arterial alta. Y corrobora que la práctica del mindfulness es positiva para mejorar la atención, aliviar el agotamiento laboral, mejorar la calidad del sueño, y ayuda también en el control del paciente diabético.

También se debe ser sensible al papel que los docentes tienen dentro de un salón de clases, y que no siempre es una tarea fácil debido a la exigencia, compromiso y responsabilidad que conlleva, y que genera las más de las veces cuadros de estrés crónico y fatiga emocional que se ven reflejados en el trabajo y relación con los estudiantes. Promover el mindfulness en los docentes también debe considerarse por los centros escolares, con el objetivo de reducir el estrés, la depresión, ansiedad y el Burnout, mejorando su enfoque atencional y la consciencia, aumentando la receptividad ante las necesidades de sus alumnos, fomentando la creación de ambientes de aprendizaje positivo, apoyando el equilibrio emocional, generando buenas relaciones personales en el trabajo, favoreciendo así el clima laboral, su autoestima y tranquilidad personal.

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