martes, abril 23, 2024
Hablar sobre el suicidio, una forma de prevenirlo

Cambios en el comportamiento (en la higiene o alimentación), entre las conductas que pueden presentarse en la víspera de un incidente autolesivo.

Por Leonardo Frías Cienfuegos   

Algunos de los mitos que aún persisten en la sociedad mexicana consideran que quien desea cometer un acto autolesivo, o incluso el suicidio, está decidido a perder la vida, no alerta o emite señales previas de esta situación, señaló Liliana Guzmán Álvarez, experta en intervención clínica de la Facultad de Psicología (FP).

“¿Quien desea suicidarse está decidido a morir? No es así, a veces es una forma más de pedir ayuda. Tampoco las personas que se autolesionan lo desean, aun cuando pueda ser un factor de riesgo para la conducta suicida; por ello, lo primero no es invalidar esas emociones, porque muchas ocasiones les dicen: ‘¿por qué lo haces si tienes todo en la vida?’”, indicó.

Al participar en el conversatorio Noche de emociones: Autolesión y suicidio, convocado por la Casa de las Humanidades, el Museo de las Constituciones y la FP, la especialista universitaria mencionó que en el caso de las lesiones físicas o cutáneas están vinculadas a causar dolor físico, el cual se usa “como estrategia de regulación para poder sentir menos malestar interior”; no obstante, se debe emprender un análisis más profundo de los elementos en cada caso.

En la reunión presentada por Mariana González, de la Dirección General de Divulgación de las Humanidades, Daniela Esquivel González, maestrante en Psicología, expuso que nueve de cada 10 personas sí dan señales previas de que cometerán algún acto autolesivo o se autoatentarán.

“Se deben analizar las causas de los comportamientos, que pueden ir desde una perdida, alguna enfermedad, y de ahí dependerá el abordaje para dotar de estrategias que gestionen sus emociones”, complementó.

POSICIÓN AMBIVALENTE

Para Oscar Hernández Aguirre, también egresado de la FP, los potenciales suicidas se encuentran en una posición ambivalente, porque buscan concluir con un estado de sufrimiento, pero también buscan ayuda, “es como traer una venda en los ojos”.

Entre las conductas que pueden presentarse en la víspera de un autoatentado, aseveró, se encuentran: “cambios en el comportamiento, por ejemplo, en su higiene personal, en su alimentación o irregularidades en su ciclo de sueño, no duermen bien o, en contraste, lo hacen por mucho tiempo; además, obsequia o transfiere objetos valiosos e, incluso, cartas o textos de despedida.

Lo más importante, aseguró Nimsy Rufino Zavaleta, de la FP, es compartir el estado o la situación que se vive, el diálogo. “Hablar ayuda a que la persona afectada no se sienta sola, incluso abordar el tema del suicidio puede ser un medio de prevención”.

Hay que tomar en cuenta varios factores, agregó, lo que ocurre al interior de nuestra casa y como ello repercute en las conductas, e incluso puede haber una percepción de que la persona afectada no cuenta con redes de apoyo.

“Puedo enfrentar el miedo y darme yo mismo una sensación de control. Para eso, tengo que buscar herramientas que me ayuden y enfrentar la frustración que tengo”, recalcó Eduardo Matamoros Mendoza, de la FP.

“Debemos tomar en cuenta que tras una autolesión o intento de suicidio, los individuos sienten vergüenza, culpa e incluso arrepentimiento, por lo que es un proceso que debemos evaluar como especialistas. Lo importante será acercarnos, preguntar cómo podemos ayudar, pero no invisibilizar a las personas, darles espacio, validar sus emociones y decirles que se vale tener ese estado de ánimo o dicha conducta”, concluyó.

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