Las matemáticas: ¿olvidadas por la SEP?

Enfoque Educativo con Laura Águila Franco

@laura_aguila

Como todo mundo sabe, esta administración resalta por su gran cantidad de atropellos e ineficiencias en diversos rubros. Uno de ellos y altamente relevante, es el que se refiere a la educación, en donde han cursado por la SEP tres diferentes personajes como secretarios de la misma, sin que ninguno se haya distinguido por elevar la calidad de la educación, y mucho menos por diseñar y construir un sistema educativo realmente orientado a cubrir las necesidades reales que los estudiantes mexicanos demandan.

El 14 de enero de 2019, el entonces Secretario de Educación Pública, Esteban Moctezuma Barragán mencionó por primera vez lo que consideró le permitiría lograr gobernar la educación mencionando: “Este es un primer gran paso para la transformación educativa que dará origen a la Nueva escuela mexicana”.

Para agosto de 2019, la Subsecretaría de Educación Media Superior resaltó que el primer compromiso de la Nueva Escuela Mexicana era “brindar calidad en la enseñanza”, bajo el argumento de que “tenemos rezago histórico en mejorar el conocimiento, las capacidades y las habilidades de los educandos en áreas fundamentales como la comunicación, las matemáticas y las ciencias”.

Se iniciaron entonces, la formulación de una serie de documentos, entre ellos el publicado en marzo de 2020 denominado “Ideas, fuerza de la Nueva escuela mexicana”, como una guía para orientar a las autoridades educativas y a las y los docentes. Entre los principios ahí señalados, llamó la atención el número 7 que menciona: “Transformar las creencias pedagógicas y la cultura escolar”, y que ya era la anticipación de que algo radical sucedería, pues en el mismo documento también se leía “Que las autoridades educativas tomen decisiones que trastoquen de manera profunda y decidida la cultura escolar e institucional”.

En diciembre de 2020, Delfina Gómez Álvarez es nombrada Secretaria de Educación y mágicamente el tema de la Nueva Escuela Mexicana dejó de ser relevante, es más, ya ni siquiera se mencionaba. En enero de 2022 vuelve a retomarse el asunto, cuando el documento publicado como “Marco curricular y plan de estudios 2022”, documento que hasta la fecha sigue en calidad de “borrador” de lo que la SEP considera programas analíticos para cada nivel de estudios, necesitaba prioritariamente de una normatividad.  

En febrero de 2021, la Secretaría de Educación Pública, a través de la Dirección General de Materiales Educativos y la Estrategia Nacional de Lectura, emite la “CONVOCATORIA PARA EL REDISEÑO DE LOS LIBROS DE TEXTO GRATUITOS DE PRIMARIA 2021”, para rediseñar los Libros de Texto Gratuitos (LTG) de primaria y convertirlos en una pieza clave para la solidaridad y la integración del país desde una visión humanista.

Desde la emisión de esa convocatoria, claramente se observaba que entre las categorías señaladas NO se encontraban consideradas las matemáticas.

Para abril de 2021, la SEP informaba con singular alegría, a través de un comunicado oficial, que “mil 882 personas crearon en cinco días los contenidos de los nuevos libros de texto gratuito que serán entregados en el ciclo escolar que iniciará en agosto próximo”.

Sin embargo, llegó agosto, y los mexicanos nos encontramos con la noticia de que la SEP había fracasado en su intento de rediseñar los libros de texto gratuitos, y de los 18 libros de educación básica considerados para el ciclo escolar 2021-2022, solamente se había logrado elaborar dos textos de español para tercero y cuarto de primaria. Estos mismos dos libros, rebasaron los tiempos de revisión necesarios para poder ser impresos y distribuidos por la Conaliteg (la Comisión Nacional de los Libros de Texto Gratuitos) como había sido señalado por las autoridades educativas.

La persona responsable de este fracaso se llama Marx Arriaga, director de Materiales Educativos de la Secretaría de Educación Pública (SEP), quien, de manera abrupta, se fijó un plazo de poco menos de 50 días hábiles para cumplir con la tarea de convocar, analizar, diseñar y distribuir los textos, cuando los estándares de calidad educativa marcan que se requieren de al menos dos años de trabajo (dos ciclos escolares) para estructurar un nuevo libro de texto, realizar pilotajes, hacer las adecuaciones pertinentes y necesarias, antes de publicarlos.

En este mismo agosto de 2021 la SEP emite una nueva convocatoria para el rediseño de los libros de texto, ahora si ofreciendo un pago por la participación, a diferencia de la primera convocatoria, cuando se solicitó a los interesados participar sin recibir ninguna remuneración.

En noviembre de 2022, surge la llamada “nueva familia de Libros de Texto Gratuitos”, y desde ese momento, expertos en investigación educativa prenden señales de alerta acerca     de la reducción de temas en una asignatura fundamental: matemáticas, ya que se cuenta con apenas entre 11 y 13 páginas, en los dos libros revisados, de 258 páginas cada uno.

En voces de expertos en el tema como Carlos Bosch Giral, jefe del Departamento Académico de Matemáticas del ITAM, y Javier Bracho Carpizo, egresado del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) y director, entre 2006 y 2014, del Instituto de Matemáticas de la UNAM, establecen que “la ausencia del pensamiento matemático en los nuevos materiales intervenidos por la Secretaría de Educación Pública (SEP), provocará un déficit educativo irreparable para la sociedad mexicana, abriendo aún más la brecha entre los estudiantes de escuelas públicas y privadas”.

Raúl Rojas, profesor de la Universidad Libre de Berlín y experto en redes neuronales artificiales e inteligencia artificial, argumenta lo siguiente: las páginas destinadas a la materia tienen que “ver con números, con contar y comparar, entre ellos hay al menos dos problemas absurdos y con errores garrafales, esos sí, de primer año de primaria. El libro de matemáticas para primer año de 2019 tenía 210 páginas, ahora son 11 en total y sin secuencia ni orden pedagógico. Se puede decir que desaparecieron las matemáticas”.

Del mismo modo, Carlos Bosch Giral, doctor en Matemáticas por la Université Claude Bernard, en Lyon, Francia, cuestiona la desaparición del libro de texto de matemáticas: “Si (las autoridades) persisten en esos libros será un futuro terrible, nos vamos a ir para atrás y van a haber muchas más diferencias sociales, pues las escuelas privadas van a tratar de que sus alumnos salgan lo mejor preparados, y los mejor preparados se van a ir fuera de México”.

En el Plan de estudios 2022, los “programas” que ahí se incluyen, están conformados a partir de problemáticas de salud y medio ambiente. En ellos, las matemáticas se integran con las ciencias naturales y las ciencias sociales en el “Campo formativo saberes y pensamiento científico”, puede llegar a inferirse que el criterio para incluir contenidos de matemáticas fue ver cómo y en qué parte de esas problemáticas podía ser necesario, u oportuno, introducir un contenido de esa área. Sin embargo, en opinión de David Block, quien es Investigador del Departamento de Investigaciones Educativas del Cinvestav, esto ha representado situaciones delicadas como:

  • Se considera que hay una falta de equilibrio en la selección de los contenidos, ya algunos se repiten constantemente como en el caso de estadística; por otro lado, se plantea con frecuencia el uso de los números, naturales, fraccionarios y decimales, para cuantificar los datos y hacer cierta operatoria con ellos, principalmente sumarlos. En contraste, contenidos formales como los de geometría, prácticamente han desaparecido.
  • Vínculos forzados o reductores, ya que algunas veces los vínculos que se proponen entre los contenidos de matemáticas y las problemáticas que se estudian son pertinentes; por ejemplo, en el contexto del ritmo cardiaco se propone hacer mediciones en reposo y después de hacer ejercicio y registrarlas en una tabla de variación (no se dice, pero supongo que se trata de la relación número de minutos/número de latidos). De aquí se deriva una mención a la variación proporcional (5.º). En general se observa en gran cantidad de qué casos los vínculos son forzados, o bien simplemente no se entiende cómo se concretan, un ejemplo muy claro es el tema de las fracciones.
  • Omisión de aspectos de los contenidos y de procesos didácticos, el desarrollo de procedimientos diversos para resolver problemas de valor faltante; la construcción de la constante de proporcionalidad cuando ésta no es un número entero y su vinculación con nociones de escala y de porcentaje. En cuarto grado no se abordan en el tema de decimales, las fracciones, como un importante antecedente que permite comprenderlos.

Por lo que, el propio David Block argumenta: “dejar los contenidos del área de matemáticas como se muestran actualmente en el borrador del Plan de Estudios 2022, dispersos, con saltos y omisiones, implicaría un retroceso muy grave en el desarrollo curricular de la educación básica”.

Triste panorama tienen por enfrentar las comunidades escolares, alumnos, docentes y padres de familia, con un material erróneamente llamado Libro de Texto, en donde se palpa la pobreza de contenidos, la ausencia de calidad académica, en donde el lenguaje matemático quedó extinto, engañando con una supuesta educación basada en proyectos, pues ahora a lo que antes se les conocía como lecciones, ahora se denominan “proyectos”, utilizando un lenguaje que parece estar dirigido a los adultos, en lugar de a los niños y niñas, que son quienes los utilizarán.

Y así podríamos continuar resaltando las arbitrariedades gestadas en estos panfletos de adoctrinamiento mal llamados libros de texto, y que son una violación flagrante al derecho a la educación que niñas y niños tienen, y principalmente a recibir una educación de calidad.

 

 

 

 

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