En México, más de 22 mil mujeres se dedican a la pesca y acuacultura, de acuerdo con la Comisión Nacional de Pesca y Acuacultura Sustentable (CONAPESCA).
En México existen pocos datos que visibilicen el valor económico que las mujeres aportan a la pesca. Esta ausencia de información se debe, en parte, al carácter informal de su trabajo. Oceana, organización enfocada en la protección de mares, considera la participación de las mujeres un factor clave en el rescate de la riqueza de nuestros océanos, por ello, Renata Terrazas, Directora de Oceana en México, señaló: “El futuro de nuestros mares depende de las oportunidades que brindemos a las mujeres para asegurar su inclusión, fortalecer su participación y reconocer su contribución en el sector pesquero”.
Estudios sobre la pesca en México han demostrado que las mujeres tienen mayor preferencia de invertir tiempo y capital en el manejo sustentable de los recursos pesqueros. A pesar de ello, generalmente son excluidas de la toma de decisiones y están infrarrepresentadas en todos los niveles. Por ello, Oceana reitera el llamado al Congreso para que apruebe una reforma a la Ley General de Pesca y Acuacultura Sustentable que obligue a la autoridad a reestablecer las especies pesqueras en peligro de extinción, sobreexplotadas y/o en deterioro, a la vez que favorezca la participación de las mujeres en estos procesos.
De acuerdo con datos de la FAO y el Banco Mundial, 30% de las pesquerías están sobreexplotadas; esta gestión insostenible se traduce en más de 80 mil mdd de pérdidas anuales. Ante este escenario no podemos ignorar la evidencia que revela que los grupos mixtos de conservación de recursos naturales son más eficaces que los grupos exclusivamente masculinos.
La participación de las mujeres mejora la resolución de conflictos en la gestión pesquera a través de las redes sociales de mujeres, la cooperación y el intercambio de información. La transparencia, la gestión de conflictos y la comunicación impulsan la gestión mejorada de los recursos comunitarios. Elevar la participación de las mujeres en los procesos de toma de decisiones y de formulación de políticas públicas, tanto en lo local como en lo nacional, es una apuesta a océanos abundantes en vida marina.