viernes, abril 19, 2024

La hipótesis fue que la palomilla que acaba con el nopal, llegó a México a través del Huracán Stand que en 2005 atravesó Cuba y luego llegó a Isla Mujeres, donde se estableció.

Por Michel Olguín Lacunza

Existe un insecto que devora las pencas de los nopales y es capaz de acabar con cosechas enteras. Se le conoce como la palomilla del nopal, es originaria de Sudamérica y aproximadamente en el 2008 llegó a México a través de un huracán, pero debido a la respuesta rápida de las autoridades fue erradicada.

Los expertos en el tema Juan Enrique Fornoni Agnelli, investigador del Instituto de Ecología y Guadalupe Andraca Gómez, académica de la Facultad de Ciencias de la UNAM, explicaron que la palomilla del nopal ha sido utilizada como una forma de control biológico en varios países, ya que consume de manera importante el interior de las pencas.

Ante una plaga de nopales que existía en Australia en la década de 1920 fue llevada desde Argentina para controlar las grandes extensiones que había en dicho lugar y posteriormente fue trasladada a Sudáfrica con el mismo fin.

Luego fue transportada a una isla del Caribe para controlar otra población de nopales. Sin embargo, de manera natural e intencional se dispersó hacia otros países como Puerto Rico, Cuba y finalmente Florida.

Fue en el 2007 que las autoridades, a través de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (SAGARPA) y el Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (SENASICA) la detectaron en México.

La hipótesis fue que llegó a través del Huracán Stand, que en 2005 atravesó Cuba y luego llegó a Isla Mujeres, donde se estableció. No obstante, fue erradicada del territorio nacional unos años mas tarde.

Ese evento marcó el riesgo potencial de México frente a este insecto y a partir de ahí las autoridades tomaron las acciones necesarias para prevenir un nuevo ingreso. Esta especie forma parte de un grupo selecto de especies que son del más alto riesgo para la seguridad fitosanitaria del país.

ZONAS DE PELIGRO

De acuerdo con los expertos, existen varios riesgos para que la palomilla pueda reingresar a México. Uno de los mayores peligros son los eventos meteorológicos más intensos, como son los huracanes. Por ello, las autoridades deben monitorear estos fenómenos naturales que además son impredecibles.

En este caso, peligra toda la zona costera del Golfo que sufre un alto impacto debido a los huracanes. El territorio tiene características físico ambientales que ayudan a esparcir la presencia de las polillas, es decir, está plagada de nopales.

Otra zona de riesgo es la parte norte, en la costa del Golfo de México que se extiende hacia los territorios de Florida y Estados Unidos, en donde ya está presente la palomilla.

En esas regiones es muy importante realizar monitoreos e incorporar más elementos para establecer de manera segura en qué zonas tendríamos mayor impacto de ingreso.

En Texas y en Tamaulipas existen trampas de monitoreo en varios cultivos. De hecho, se han detectado estas polillas a 800 kilómetros de la frontera norte mexicana. Por esto, existe mucha preocupación de que el insecto ingrese en cualquier momento.

Otro peligro es el tráfico comercial entre el Caribe, México y la península de Florida, a través de material biológico contaminado que pudiera llegar. Por tal motivo, se ha regulado bastante esta actividad.

Por ejemplo, a mediados de los 90 llegó un cargamento de la República Dominicana a Florida que estaba contaminado por las polillas. Desde entonces, Estados Unidos puso más cuidado en el ingreso y las rutas del tráfico comercial. Por ello, probablemente es la ruta de menor riesgo.

No obstante, la globalización y el comercio internacional de especies, consciente e inconsciente se ha incrementado fuertemente en las últimas décadas. En varios países se trata de un fenómeno que ha sido reconocido en los últimos 20 años como un problema de seguridad nacional.

SU CICLO DE VIDA

La palomilla del nopal es originaria de Sudamérica, particularmente del noroeste y centro de Argentina, así como del sur de Paraguay y Brasil.

Es un insecto que tiene varios estadios de vida. En su estado larval consume el interior de las pencas de los nopales donde desarrolla gran parte de su vida.

Luego pasa al estado de pupa donde se dirige al suelo y pasa un período de latencia, después emerge el adulto que pone sus huevos sobre las espinas de los nopales y de estos nacen las larvas que devoran la penca. Y así comienza de nuevo el ciclo.

Finalmente, los investigadores declararon que “debemos aprender a disfrutar de la naturaleza en el lugar de donde son originarias las especies, para no promover el flujo de especies de un lugar a otro. Para eso existen los jardines botánicos que tienen áreas dedicadas a reproducir otras especies del mundo bajo condiciones controladas”.

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