jueves, marzo 28, 2024

Los datos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), destacan que de entre 30 países con información comparable, México fue el que más días mantuvo las escuelas cerradas y sin clases presenciales.

Por Laura Águila Franco                                   

@laura_aguila

La pandemia de COVID-19 ha provocado cambios repentinos y profundos en todo el mundo. Se trata del impacto más inusitado y fuerte sufrido por los sistemas educativos en mucho tiempo ya que al cierre prolongado de las escuelas se dio acompañado  suma una espinosa recesión económica, lo cual ha venido retrasando avanzar en el logro de los objetivos de desarrollo (ODS), en particular los relativos a la educación (ODS-4), dentro de los efectos de la pandemia en este rubro no solamente se observa las secuelas en los aprendizajes que la población de estudiantes ha enfrentado, también se observa en salud, nutrición, aspectos psicosociales y el bienestar general de niños, niñas y adolescentes, por lo que desde inicios de este 2021 se hizo mucho hincapié en el cambio en las políticas públicas para iniciar una recuperación en este sector de manera urgente,  pues la realidad marca que los alumnos necesitarán apoyo adaptado y sostenido para ponerse al día después de el gran número de horas lectivas perdidas.

A este respecto UNESCO, UNICEF y el Banco Mundial pusieron en marcha una importante labor en conjunto denominada “Misión: recuperar la educación en 2021”, resaltando tres necesidades principales: 1) lograr el retorno de todos los niños a las escuelas, 2) la recuperación de los aprendizajes perdidos, 3) capacitación y apoyo a los docentes.

  • Todos los niños y los jóvenes vuelven a la escuela y reciben los servicios adaptados necesarios para satisfacer sus necesidades en materia de aprendizaje, salud, y bienestar psicológico y social, Teniendo presente que en los centros escolares niñas, niños y adolescentes también aprenden a desarrollar sus competencias socioemocionales, que les ayudan a enfrentar y resolver los retos de la vida cotidiana.
  • Es prioritario que todos los niños reciban apoyo para la recuperación de aprendizajes perdidos, y lo hagan en un ambiente seguro y favorable, en donde reciban una educación de calidad de manera totalmente presencial o parcial, antes de finalizar el 2021, con el objetivo de recuperar los índices de inscripción existentes antes de la pandemia.

Es de suma importancia considerar aquí que, no por el hecho de que los estudiantes regresen a las aulas, se debe suponer que tengan asimilados los conocimientos del ciclo escolar previo, por lo que se requerirá de brindar soporte académico para poder avanzar en los contenidos, para que la recuperación de tantos meses de aprendizaje perdido no se convierta en una tarea compleja para ellos, ya que implicará mostrar autocontrol, perseverancia, regular su autoestima, y es por ello que se hace el planteamiento que al finalizar el 2021 el total de los centros educativos tengan incorporado el aprendizaje socioemocional sus programas educativos, así como los programas de formación y soporte al docente

Aquí conviene apoyarse en la tecnología digital, para adaptar programas de respaldo académico con base en las necesidades de los alumnos, en todos los niveles educativos, hablando entonces de poner en práctica el aprendizaje adaptativo.

  • Capacitación y apoyo al docente. En todo el mundo, los docentes se encuentran en la primera línea para la recuperación educativa, y es necesario apoyarlos en su ardua labor, debido a que en el retorno a las clases presenciales van a requerir ayudar a niños, niñas y adolescentes a volver a aprender lo que en teoría, debían haber aprendido el ciclo escolar anterior, aunados a los contenidos del ciclo escolar actual, combinando también el apoyo adicional que los estudiantes requerirán para la recuperación de aprendizajes, contemplando también las necesidades socioemocionales, tanto de los docentes, como de sus alumnos. En este punto, la premura es contar con herramientas e instrumentos de evaluación, que les permitan medir objetivamente el nivel de aprendizaje actual de los estudiantes, para poder tener un punto de partida, y así poder diseñar las adecuaciones curriculares necesarias, antes de que termine el año 2021.

Considerar que el cierre de las escuelas también ha demostrado que además de las competencias digitales, es indispensable apoyar a los docentes para adaptar su trabajo a la enseñanza a distancia, y al uso de pedagogías de emergencia, para estar listos y dispuestos a auxiliar a los estudiantes en el trabajo académico y reforzamiento de las competencias socioemocionales.

Los datos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), destacan que de entre 30 países con información comparable, México fue el que más días mantuvo las escuelas cerradas y sin clases presenciales. En su último informe la OCDE revela que, entre 2020 y la mitad de 2021, en México los centros escolares de diversos niveles educativos permanecieron cerrados por más de 250 días, cuando el promedio entre naciones de la OCDE fue de alrededor de 100 días.

Como se observa, un retorno a clases presenciales lleva implícito un amplio número de puntos a cubrir, y si bien la titular de la Secretaría de Educación Pública (SEP), Delfina Gómez,  ha informado que “el regreso a clases presenciales para todos los alumnos está cada vez más cerca”  no se ha dado oficialmente una fecha para el retorno a las aulas, aunque los docentes estiman que sería el 3 de noviembre, contando todavía con padres de familia y maestros  que no están de acuerdo el regreso a las escuelas de manera presenciales, y desconociéndose la postura oficial de cómo se procederá al respecto.  Hasta el momento, la principal duda que se tiene por parte de los padres de familia, es si SEP puede obligar a los menores a regresar a clases presenciales, y lo que se conoce es que solamente los padres de familia o tutores junto con sus hijos(as) son los responsables directos de tomar la decisión de si sus representados  regresan o no a las aulas.

Recordemos que la pandemia por Covid-19 no ha terminado y es por esa razón que el retorno de los alumnos a modo presencial continúa siendo voluntario, ningún plantel o institución educativa puede solicitar de manera forzada u obligada que los estudiantes regresen físicamente a las aulas.

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