viernes, abril 19, 2024

En plena pandemia, dos trabajadoras de hospitales del ISEM de Chimalhuacán y de Nezahualcóyotl fueron víctimas de despidos injustificados.

Una vez más se pone de manifiesto el contubernio entre  sindicato y  autoridades del sector salud del Estado de México. Con 10 años de laborar como técnica laboratorista en el Hospital Materno Infantil de Chimalhuacán, Elsa Ramírez Vázquez fue despedida  injustificadamente porque se atrevió a denunciar a su jefe directo, Juan Carlos Roldán Valverde, porque le hacía comentarios claramente de connotación sexual. Lejos de apoyarla, la dejaron sin su fuente de ingresos.

Así lo dio a conocer en el programa Así, Sin Anestesia, de COMUNICADORESMX, que conduce  Antonio Monroy Gutiérrez,  secretario general del Sindicato de Trabajadores del Sistema Nacional de Salud, (STSNS) organización independiente y  ajena al sindicato oficial de la secretaría estatal de salud.

En ese espacio, la afectada  señaló que la justificación que le dieron para no renovar su contrato otros seis meses, es que ya no había presupuesto, a lo que Antonio Monroy reviró al señalar que eso no era cierto: “los presupuestos no los han quitado, los presupuestos siguen. Tan es así, que tenemos cantidad  de pruebas de que hoy le quitan el contrato a una persona y mañana ya metieron a un familiar, ya sea de la autoridad o de los del propio sindicato. Quiere decir que no es una cuestión presupuestal, sino una cuestión de tráfico de influencias”.

Al narrar lo que sucedió con su caso, Ramírez Vázquez comentó que primero recurrió a varias autoridades del hospital y a representantes sindicales para exponer su situación, cansada ya de tantos comentarios “sexistas” que la incomodaban.

“Mi asunto fue que denuncié hostigamiento sexual a las autoridades del hospital. La Dra. Sandra Patricia Pinto Angulo fue la que recibió la petición de lo que yo estaba comentando  y me dijo que me iba a dar respuesta; y me acerqué al señor Omar Morales Cortés, y entregué oficios a la Lic. Janet de Recursos Humano, y todos ellos yo creo que se pusieron de acuerdo porque nadie me ayudó. Me despidieron. El 31 de diciembre –de 2020- recibí un WhatsApp en donde me decían que ya no me presentara, que mi contrato ya no se me iba a reanudar”.

Con anterioridad  se había  acercado al sindicato, en espera de apoyo. Sin embargo, en lugar de eso, fue  hostigada por la señora Blanca Cortés, representante sindical de la sección 9. “Me dijo que si yo seguía teniendo problemas en el hospital, lo que iban a hacer es que ella me prometía que en diciembre me iban a correr, y efectivamente, me despidieron”.

La afectada dijo que cuando su ex jefe le hacía todos esos comentarios de carácter sexual, se aseguraba que nadie más lo escuchara. Ella,  por no perder su trabajo, no había querido hablar sobre el tema,  ni siquiera con su familia,  hasta que ya no  pudo soportar el  hostigamiento, aunado a que una psicóloga del hospital le recomendó hacerlo.

Ante lo ocurrido,  señaló que ya presentó una demanda laboral por despido injustificado, denuncia penal por hostigamiento sexual en contra de quien era su superior. “En Contraloría interna del ISEM también denuncié la pérdida de mi empleo por esta situación, porque todo se derivó de esta situación, de la acusación que hice ante la autoridad”, concluyó.

Otro caso de despido injustificado se presentó en el Hospital General de La Perla en el municipio de Nezahualcóyotl, en donde Lorena Osorio Abarca, quien se desempeñaba como auxiliar admnistrativo A5, adscrita al departamento de Archivo Clínico, dejó de laborar, luego de que la acusaran de incumplir con su encomienda.

No obstante, Osorio Abarca explicó que por solicitar las vacaciones que se le adeudaban desde 2019, los directivos del hospital como Tito Cuauhtémoc Gálvez Hernández comenzaron a negar que se le hayan dado los permisos correspondientes a sus días de asueto adeudados, a pesar de que cuenta con los oficios que demuestran lo contrario.

Finalmente, explicó que la finalidad de tratar de amedrentar a algunos trabajadores del ISEM que incluso tienen base, es darlos de baja para poder colocar a la gente que a los directivos y al sindicato oficial del ISEM les convenga.

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