No hay ninguna señal de alarma sobre la seguridad de las vacunas COVID-19 tras 200 millones de dosis administradas.
Por Karen González
Las vacunas son seguras y ni siquiera tener una historia de alergias debe ser una razón para no ponérselas, a menos de que sea a un componente específico de la inmunización, explicó el asesor médico jefe de los Estados Unidos, Anthony Fauci. La posibilidad de tener una reacción anafiláctica, que además puede ser controlada, es de dos a cinco entre un millón, en el caso de las vacunas de Pfizer y Moderna.
El comité de la Organización Mundial de la Salud que monitorea la seguridad de las vacunas ha analizado los datos de las vacunas COVID-19 aplicadas hasta ahora en todo el mundo y no ha encontrado ningún problema grave o un motivo de alarma, informó su científica principal.
“En cualquier país del mundo hay un sistema para hacer un seguimiento de la seguridad, o lo que llamamos fármacovigilancia, y la OMS coordina un comité de seguridad de las vacunas. Ellos miran estos datos cada semana, datos de todos los países, fabricantes, reguladores y sistemas nacionales. Hasta ahora hemos recibido los referidos a más de 200 millones de dosis de vacunas que han llegado a personas de todo el mundo y no ha habido señales de seguridad alarmantes, pero continuaremos monitoreando y actualizando si algo cambia”, explicó Soumiya Suaminathan durante la conferencia de prensa bisemanal de la Organización.
Suaminathan respondía a preguntas de periodistas sobre algunos casos de anafilaxis reportados en personas que han recibido la vacuna. El doctor Anthony Fauci, representante de Estados Unidos ante la OMS, estuvo también presente en la conferencia y confirmó que se han presentado algunas reacciones anafilácticas en las dos vacunas que actualmente se administran en su país, Moderna y Pfizer.
“Estas son reacciones que se deben probablemente, no estamos 100% seguros, al polietilenglicol que se utiliza en la preparación de la vacuna. Esto aún no se ha probado definitivamente, pero lo sospechamos. Actualmente estamos trabajando para tratar de averiguar cuál es la génesis y cuál es la patogénesis de estas reacciones alérgicas”, dijo
Fauci aseguró que estas reacciones pueden ser graves y por eso se les advierte a personas que han tenido previas reacciones anafilácticas a algún componente conocido de la vacuna, que no reciban la inmunización.
“Sin embargo, para otras personas que tienen antecedentes de reacciones alérgicas (en general), eso no es una contraindicación para vacunarse. Creemos que pueden, y deben vacunarse, pero si tienen antecedentes de reacciones anafilácticas, debe vacunarse en un lugar en particular que tenga la capacidad de controlarlas”, explicó el experto.
El asesor jefe sobre COVID-19 del presidente Joe Biden, además informó que un estudio reciente determinó que solo ha habido entre cuatro y cinco reacciones anafilácticas en un millón de dosis de la vacuna de Pfizer, y de dos a tres en la vacuna de Moderna.
“Por lo tanto, es una interacción inusual y rara, pero no debería ser una contraindicación para que alguien reciba la vacuna, porque el riesgo de contraer COVID en esta situación es probablemente mayor que el riesgo de sufrir cualquier tipo de reacción adversa”, recalcó.
Fauci además indicó que las personas con historia previa de reacciones anafilácticas deben quedarse en observación durante media hora después de recibir la vacuna, y aquellas que no tienen historia al menos quince minutos.
“Se recomienda este espacio de tiempo porque hemos observado la aparición de los casos en menos de 30 minutos”, aseguró.
El doctor Tedros Adhanon Gebreyesus aseguró que incluso aunque logren financiar la iniciativa COVAX, el mecanismo que la OMS ha previsto para esa distribución equitativa, solo podrá llevar las vacunas a los países más pobres si las naciones ricas “cooperan y respetan” los acuerdos.
“Actualmente, algunos países ricos están firmando contratos con los fabricantes de las vacunas que minan los acuerdos con COVAX ya en vigor y que reducen el número de dosis que COVAX puede comprar”, expresó.
Tedros repitió que no es una cuestión de caridad, sino de epidemiología, ya que será imposible terminar con la pandemia si no se vacuna en todo el mundo. Por eso, dijo que a todos los países les interesa que los trabajadores de la salud y otros grupos de riesgo en todo el mundo sean los primeros en recibir la vacuna.