Buscan desincentivar el uso de plaguicidas y sustancias tóxicas entre personas productoras para sustituirlos por alternativas sostenibles.
A fin de fomentar la actividad apícola sostenible en la entidad mediante el uso de productos ecológicos para la conservación de las abejas, así como evitar el uso de plaguicidas tóxicos que las afectan, el Congreso mexiquense aprobó reglas y criterios para las personas productoras agropecuarias y autoridades competentes que utilicen estos productos, que desincentiven su uso a fin de sustituirlos por alternativas sostenibles.
Para ello, estableció que, cuando un agricultor, ganadero, dueño o responsable de una propiedad aplique productos como plaguicidas, sustancias o materiales tóxicos o peligrosos, especialmente neonicotinoides, estará obligado a dar aviso de este hecho y del producto que vaya a utilizar, a los apicultores y a la asociación de apicultores instalados dentro de un radio de cinco kilómetros, que puedan verse afectados con dichos productos, en un término no mayor de 72 horas.
De acuerdo con la diputada proponente, Beatriz García Villegas, la reforma conlleva un llamado urgente, para cuidar la actividad polinizadora de las abejas y de los productos obtenidos directamente de ellas.
La reforma consigna también que las unidades de producción agropecuarias que se encuentren en un radio de cinco kilómetros de un apiario deberán implementar y/o certificarse en el buen uso y manejo de plaguicidas, y que las personas productoras agropecuarias y autoridades competentes deberán desincentivar el uso de sustancias y materiales tóxicos, para sustituirlos por alternativas sostenibles que permitan mantener las poblaciones de polinizadores.
Durante la sesión, la Asamblea plenaria aprobó la solicitud de licencia por tiempo indefinido de la diputada María Monserrath Sobreyra Santos a partir de este 15 de febrero, y turnó a comisiones la iniciativa del titular del Ejecutivo estatal para actualizar el Programa de Ordenamiento Ecológico del Territorio del Estado de México, en formato físico y electrónico, acompañado del Programa de Ordenamiento Ecológico del Territorio del Estado de México.
