Se podría recurrir a importaciones de maíz transgénico para cubrir la demanda: Vicente Álvarez
La producción de maíz en el país registra una caída de entre el 30 y 40 por ciento, por lo que será necesario recurrir a las importaciones de otros países, incluyendo especies transgénicas que no están consideradas para consumo humano, alertó Vicente Álvarez Delgado, presidente Comité Ejecutivo Nacional del Sistema Producto Maíz.
Reiteró que de acuerdo a las estimaciones de los productores del país, la merma debe prender “los focos rojos” de todas las instancias de gobierno y de la sociedad porque el maíz forma parte de la dieta básica del mexicano.
Sigue sin reconocerse el esfuerzo y la inversión de la gente que se dedica a la siembra de este insumo porque el beneficio real se queda en la industria. “Al productor se le paga $5.50 el kilo de maíz, mientras que el kilo de tortilla vale 20 pesos; con un kilogramo de maíz sacas dos de tortilla, a pesar de que hay más riesgo, mayor esfuerzo del que produce la materia básica, la ganancia se queda entre los industriales, por eso hay pobreza en el campo”.
En entrevista con Ariel Pérez en El Ambientalista a través de COMUNICADORESMX, el presidente Comité Ejecutivo Nacional del Sistema Producto Maíz, agregó que el año pasado el costo de producción de una hectárea de maíz estaba entre los 17 mil y 25 mil pesos, pero ahora con el aumento del dólar “hablaremos de hasta 30 mil pesos que se traduce en pérdidas”.
Además, dijo, se ha abandonado la política productiva y los gobierno se han dedicado a atender un sector de la sociedad que vive en el campo, pero que no produce; “son cosas diferentes”.
El cambio climático también ha afectado considerablemente las cosechas y con la llegada de la pandemia, los productores pueden garantizar alimento para su familia y gente cercana, pero no para distribuir a las grandes ciudades y “si descuidamos el campo podemos tener problemas más graves que el Covid, porque la gente se puede matar por comida”.
Finalmente, Álvarez Delgado reconoció que al sector agrícola se le ha dado un uso electorero que en nada contribuye al desarrollo tecnológico y productivo de las siembras y además, dijo, cada vez menos gente se dedica al cultivo de maíz y de otros alimentos básicos.
