Los aspirantes a policía que no recibieron ningún tipo de capacitación, fueron notificados de su despido por mensaje.

En noviembre del año pasado, el presidente municipal de Toluca, Juan Rodolfo Sánchez Gómez, presumió que la policía municipal crecería cinco veces su tamaño y 400 por ciento más su estado de fuerza con la contratación de 3 mil nuevos cadetes.

A siete meses del grandilocuente evento su “fuerza” y su “crecimiento” policial se ha venido abajo, al prescindir de los servicios de cientos de cadetes que en ese mes de noviembre se alistaron para formar parte del cuerpo de seguridad del ayuntamiento de Toluca.

A través de denuncias anónimas, los cadetes afectados han dado a conocer la forma tan poco decorosa en que les han hecho saber que deben firmar su “renuncia voluntaria”.

Tal es el caso de una madre soltera que estuvo trabajando durante ocho meses en tareas de Tránsito con un salario quincenal de 5 mil 960 pesos que le resultaban suficientes para solventar los gastos de sus dos pequeños hijos.

“Estuve trabajando 8 meses sin problema, pero todo inició hace tres meses cuando empezaron a enviar mensajes por el whatsApp del grupo de cadetes en donde mandaban una lista con los nombres de los que serían dados de baja”.

De acuerdo a las versiones de varios cadetes despedidos, al momento de su ingreso no se les aplicó ningún tipo de examen, sólo entregaron documentos oficiales y les vendieron la camisa en 800 pesos y “si no tenías pantalón negro de la tela que pedían, pues habría que comprarlo y sólo nos dieron la chamarra porque los zapatos también eran especiales”.

Las razones por las que fueron despedidos aún son una incógnita, aunque a una de las cadetes le dijeron que fue porque no pasó el examen psicométrico.

Cabe destacar que en 8 meses de reclutamiento, los cadetes despedidos argumentan que nunca recibieron capacitación de ningún tipo, es decir no conocieron de tácticas de disuasión, ni del manejo de armas.

A otros les argumentaron que no pasaron los exámenes de Control y Confianza o bien que no aprobaron las pruebas toxicológicas, o porque no llevaban el uniforme completo o no se rasuraban, aunque a ninguno se les mostró el resultado.

“El día que me llamaron para firmar mi renuncia, también convocaron a otros 80 compañeros y como seguimos en comunicación, sabemos que han despedido entre 80 y 100 personas por quincena, así que de 3 mil que éramos ahora sólo habrá unos 300 elementos”.

Como esta situación ya tiene al menos tres meses, el secretario del Ayuntamiento, Ricardo Moreno, declaró que el proceso de selección tuvo varias etapas que tenían que cumplir como la aprobación de los exámenes de Control y Confianza, el expediente administrativo, desempeño laboral y disciplina en su formación, entre otras.

De no cumplir con todos los requisitos se comenzó a dar de baja a algunos elementos, especialmente a 600 que no pasaron los exámenes de Control y Confianza, aseguró.