El 12 de junio es el Día Mundial contra el Trabajo Infantil.
Millones de niños de todo el mundo se dedican a algún tipo de trabajo peligroso o en el que son explotados, por lo general a expensas de su salud y su educación y, sobre todo, de su bienestar general y desarrollo.
Millones de niños trabajan para sostener a sus familias, pero el trabajo infantil se vuelve inaceptable cuando lo hacen niños demasiado jóvenes y que deberían estar en la escuela. Además, hay muchos niños que están desarrollando un trabajo inadecuado para menores de 18 años.
UNICEF calcula que unos 150 millones de niños de entre 5 y 14 años, o casi 1 de cada 6 niños en este grupo de edad, son víctimas del trabajo infantil. Según las últimas estimaciones de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), 7,4 millones de niños en el mismo grupo de edad se dedican al trabajo doméstico, que se lleva a cabo de manera desproporcionada por niñas.
Los trabajadores domésticos se encuentran entre los más explotados y maltratados por una serie de razones, como la discriminación, la exclusión de las leyes laborales, el aislamiento, y su naturaleza oculta. Los niños tienen mayor riesgo, debido a su corta edad, la falta de conocimiento de sus derechos, la separación de su familia y la dependencia de su empleador.
REDES DE NIÑAS ADOLESCENTES
En algunos países, el trabajo innovador para acabar con el trabajo infantil ya está dando sus frutos. En Gujarat (oeste de India), por ejemplo, UNICEF se ha aliado con la Fundación IKEA para formar Redes de Niñas Adolescentes (AGN, en sus siglas en inglés), que forman a los jóvenes en temas relacionados con violaciones de los derechos de la infancia.
UNICEF ayuda a los países a elaborar y aplicar programas integrales para hacer frente al trabajo infantil, desde el marco jurídico y político, para aumentar la capacidad de los gobiernos para promover el cambio social positivo y desafiar las normas culturales que respaldan el trabajo infantil.