viernes, diciembre 13, 2024
Mujeres en la ciencia

Linda Guiliana Bautista Gómez, investigadora del CU Amecameca de la UAEMéx, analiza la interacción del virus SARS-CoV-2 con otros patógenos en zonas rurales.

Investigar la interacción del virus SARS-CoV-2, causante de la COVID-19, y otros presentes en el medio ambiente como los rotavirus y norovirus, que pudiera impactar a poblaciones de zonas rurales de la entidad mexiquense, es uno de los propósitos de Linda Guiliana Bautista Gómez, académica del Centro Universitario Amecameca de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEMéx).

Como parte del proyecto titulado “Estudio de la dinámica de COVID-19, rotavirus y norovirus en poblaciones rurales: interacción hombre-animales”, financiado por el Consejo Mexiquense de Ciencia y Tecnología (Comecyt), la especialista en identificación molecular y filogenética de patógenos con potencial zoonótico explicó que este trabajo permitirá profundizar en la relación entre humanos y animales en el sector agropecuario.

La investigación se desarrolla en la región de Amecameca, donde existe una alta producción de carne de conejo a  nivel nacional y que en su mayoría se realiza en traspatio, en condiciones que facilitan el intercambio de virus y bacterias entre niños, adultos y dichos animales. El propósito del estudio es advertir los efectos de la convivencia entre ambas especies, así como los riesgos a la salud.

“Normalmente la cría de animales se da en traspatio, existiendo una convivencia directa con familias; sin embargo, no conocemos los cuidados necesarios para evitar enfermedades”, explicó la doctora en Ciencias Agropecuarias y Recursos Naturales.

Debido a las desigualdades sanitarias presentes en zonas alejadas de ciudades, los retos identificados por Linda Bautista Gómez son ofrecer una pronta detección de contagio, así como implementar un tratamiento adecuado.

El análisis comienza al presumirse un caso positivo por coronavirus. Si presenta síntomas entéricos (vómito, dolores estomacales, diarrea) se procede a realizar una prueba no invasiva. Esto permitirá, en primer lugar, evitar la transmisión hacia otras especies (conejo) y miembros de la familia (bebés); en segundo lugar, conocer si hay otros virus que puedan estar causando el malestar como rotavirus y norovirus.

Concluyó que su investigación impactará en la región y coadyuva a reforzar el compromiso social que tiene la universidad, al contribuir con el mejoramiento de los servicios de salud. “Las investigaciones no deben quedarse en el laboratorio, sino que deben beneficiar el desarrollo de las comunidades”.

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