Un grupo de mujeres decidió tomar las instalaciones del CEAV; piden poner fin a la descalificación del movimiento feminista, entre otros puntos.
La Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) emitió un comunicado en el que invita al inicio de un diálogo respetuoso con los colectivos de madres de mujeres asesinadas y desaparecidas que tomaron las instalaciones de la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas (CEAV) en el centro histórico el pasado jueves.
En tanto, las enfadadas mujeres arrojaron algunas sillas por las ventanas, les prendieron fuego y exhibieron perecederos como cortes finos de carne, tira de asado, costillas, bife, diversos quesos, lasagna, spaghetti y helado. “Comen como reyes”.
En el comunicado, la CNDH informa que el pasado 2 de septiembre la presidenta de la CNDH, Rosario Piedra Ibarra, atendió una petición de audiencia de 18 personas víctimas de diversas violaciones a derechos humanos, que permanecen en plantón en las instalaciones de la CEAV.
Aunque la directora general de la CEAV y el subsecretario de Derechos Humanos de la Secretaría de Gobernación, Alejandro Encinas, atendieron a algunas de las representantes de los colectivos ‘Frente Nacional Ni una Menos México’ y ‘Aequuus, Promoción y Defensa de los Derechos Humanos’, quienes entregaron un pliego petitorio, tres mujeres decidieron quedarse en las instalaciones hasta en tanto no se cumplían sus demandas”.
La CNDH especificó que se trata de 7 peticiones, en las que solicitan “diversas acciones gubernamentales en apoyo de las mujeres: servicios médicos y acceso a medicamentos, entrega de despensas, programa de empleo, subsidio para la Alerta de Violencia de Género a siete estados de la República, el retiro de la campaña “Cuenta hasta Diez”, poner fin al discurso de descalificación del movimiento feminista, peticiones, estas dos últimas, sobre las que la CNDH hace meses emitió exhortos y recomendaciones, derivándose de ellas la eliminación de la Campaña “Cuenta hasta Diez” por parte del gobierno federal”.
Las enfadadas mujeres que, causaron algunos destrozos en la sede de la CNDH, dejaron en claro al gobierno federa que “no somos el enemigo a vencer”.