lunes, mayo 6, 2024
Día Nacional del Ajolote

El también llamado Monstruo del Agua es endémico de los lagos del Valle de México y es capaz de regenerar sus propios tejidos y órganos.

En 2018 se ingresó el decreto “1º de febrero Día Nacional del Ajolote Mexicano” en el Senado de la República, debido a la publicación del artículo “The axolotl genome and the evolution of key tissue formation regulators” en la revista Nature, en el que se descubrió que el ajolote mexicano tiene 32 mil millones de pares de bases de ADN, lo que lo convierte en el genoma más grande que ha sido secuenciado en la historia. Este día tiene el objetivo de difundir la importancia del ajolote en el ecosistema y cultura mexicana. (UNAM)

El ajolote de Lerma es diferente al de Xochimilco aunque sufren los mismos problemas de contaminación, desecación y destrucción del hábitat. Es una especie críticamente amenazada de acuerdo a las normas mexicanas y a las normas mundiales, sentencia la bióloga, investigadora de la UAM Lerma, Karla Pelz Serrano. La especie Ambystoma Lermaense presenta una morfología muy interesante porque puede llegar o no a la edad adulta, ser salamandra o quedarse como ajolote y también en ese estado se puede reproducir. Tiene una capacidad de regeneración de tejidos y órganos que lo convierte en objeto de estudio para ver cómo funciona a nivel celular y tal vez en un futuro, aplicarse en la fisiología humana. El ajolote es parte de una ecosistema que tiene una función y por ende debe conservarse porque sólo se encuentra en esta región, agregó la académica de la UAM.

El ajolote dentro de la cosmovisión de los pueblos que viven alrededor de las lagunas donde habita el ajolore, forma parte fundamental de su cultura. Se le daba un valor nutricional y medicinal.

El ajolote (del náhuatl axolotl: atl-agua y xolotl- monstruo; monstruo acuático), está considerado como el vertebrado con la mayor capacidad regenerativa, es decir si llegara a perder algún miembro lo puede recuperar aun tratándose del corazón. Puede llegar a medir hasta 25 centímetros de largo y poseen unas células inmunes conocidas como macrófagos. Incluso se ha vuelto objeto de estudio de biólogos australianos como James Godwin, autor principal del estudio sobre regeneración de miembros, quien sentencia: “Antes pensábamos que los macrófagos no importaban y esta investigación demuestra que ese no es el caso. El cuerpo humano también posee macrófagos, pero en el caso de las personas estas células sólo se dedican a acabar con cuerpos extraños en el organismo; por lo que indagar mejor las propiedades de los ajolotes puede conducir a investigaciones que lleven a sanar las lesiones cerebrales y la médula espinal, así como a nuevos tratamientos para enfermedades del corazón y el hígado. (http://www.sinembargo.mx/26-05-2013)

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