Cada año se registra disminución de la masa forestal que existe en las partes altas y zonas verdes del Valle de México, donde se talan árboles y se construyen inmuebles de manera indiscriminada, dejando sin contención el agua de lluvia.

Más que la lluvia, lo que nos afecta es la mafia inmobiliaria, la corrupción, la tala indiscriminada en los bosques, advirtió el diputado Max Correa Hernández, presidente de la Comisión de Asuntos Metropolitanos del Congreso del Estado de México, ante las lluvias atípicas de los últimos días que originaron inundaciones en municipios como Naucalpan y de la zona oriente del Valle de México.

Apuntó que cada año se registra disminución de la masa forestal que existe en las partes altas y zonas verdes del Valle de México, donde se talan los árboles y se construyen inmuebles de manera indiscriminada, dejando sin contención el agua de lluvia.

“Es una realidad que todos los municipios del Valle de México se encuentran en riesgo de sufrir inundaciones, por ello se deben impulsar políticas de restauración de bosques e incitar a la utilización racional de nuestros recursos naturales y de nuestros suelos.

“Pero también se requieren inversiones en la restauración de los bosques y presas de gavión, ya que permitirían detener las crecientes de agua bronca, infiltrarla y alimentar los mantos freáticos”.

Afirmó que estas acciones, al igual que la limpieza de las barrancas, son necesarias para regular el clima, ya que el registro de altas temperaturas tiene que ver con la disminución de la masa forestal y los humedales.

En ese sentido, el también  activista social y ecológico, apuntó que la legislarura mexiquense aprobó el marco legal para que se canalicen recursos a la cosecha de agua de lluvia, “que esperamos se empiece a aplicar durante la gestión gubernamental de la maestra Delfina Gómez”.

Lamentó que el agua de lluvia que se necesita para abastecer las presas del Sistema Cutzamala se vaya a las coladeras, cuando alrededor del 30 por ciento de la población del Valle de México sufre desabasto como en Atizapán, Cuautitlán Izcalli, Cuautitlán, Ecatepec, Nezahualcóyotl y Naucalpan.

Consignó que siempre debe ser bienvenida y bendecida el agua de lluvia, “pero los que no son bienvenidos es la mafia inmobiliaria y los funcionarios corruptos que con sus acciones no solo atentan contra el medio ambiente, también ponen en peligro la integridad de los ciudadanos mexiquenses”.